Crónica sobre 'La Cruz de Danzania'. I No había lugar para ellos
La población de La Cruz siempre había sido tranquila, sin mayores ambiciones sociales que las de votar cada cuatro años al mismo cacique, un muchacho taciturno, poco hablador, y temeroso en exceso a cualquier novedad o a cualquier persona nueva que pudiera variarle el reloj acompasado y tan callado que tenían sus días.