Suele ocurrirme que cuando creo haber terminado un aceptable artículo, pasa inadvertido porque los lectores están hartos de que les demos tanto la brasa. Hemos pasado ya suficientes calamidades y toca ser felices, pese a que los gobernantes lo estén impidiendo debido a su mala gestión. Nos quieren hacer creer que todo ha cambiado, y que no pueden hacer nada al respecto. No es verdad, ni lo uno ni lo otro. El ciudadano anhela alegrías; a ellas contribuye el trabajo, la vivienda, llegar a fin de mes o una buena sanidad. Precisamente, cuestiones que fallan.
Quin quemó Cabarga l'otru día se andará riendo de que pidan condenas mas gordas u que li llamin tirrurista. Cuandu allegui el tiempu de dali suelta al ganáu, lo soltará eno que quemó y que paza lo que puea.