Análisis y propuestas sobre el Parque natural de Oyambre

Siguen sin adoptarse las medidas adecuadas como es la prohibición de construir en suelo rústico en las corolas y perímetros de los núcleos urbanos de Comillas, San Vicente de la Barquera, Val de San Vicente y Udías, y la definición de áreas de preparque en torno a Santa Marina en La Revilla, Gandarilla, Sejo, Abaño, Rovacías, Prellezo...

La reunión del Patronato del Parque Natural de Oyambre celebrada la semana pasada no puede ocultar su retraso injustificado en la obligada periodicidad de su convocatoria y ha dejado al margen la aprobación de las necesarias propuestas para la gestión transparente y eficaz del espacio protegido que sigue sin proporcionar la información adecuada, periódica y oportuna a los miembros del órgano de participación para evitar y prevenir los impactos que se siguen produciendo por todo el Parque.

De esta manera siguen sin adoptarse las medidas adecuadas como es la prohibición de construir en suelo rústico en las corolas y perímetros de los núcleos urbanos de Comillas, San Vicente de la Barquera, Val de San Vicente y Udías, y la definición de áreas de preparque en torno a Santa Marina en La Revilla, Gandarilla, Sejo, Abaño, Rovacías, Prellezo..., para evitar los encarecimientos de infraestructuras, la invasión de autocaravanas y la degradación de los paisajes y micro paisajes que rodean Oyambre, y que deberían ser objeto de un ambicioso y exigente programa de rehabilitación del Patrimonio Natural y Etnográfico y la recuperación de la biodiversidad.

Un programa que debería incluir una reforestación arbustiva y arbórea con especies autóctonas en torno a los linderos de parcelas, caminos y sendas de las áreas e instalaciones rurales y con espacial atención a  los cauces fluviales, rías, estuarios, zonas húmedas, arroyos y regatos con el restablecimiento de las formaciones de ribera y las conexiones con los hábitats más frágiles, restringiendo la circulación de vehículos entre La Hayuela, San Antonio y Caviedes y corrigiendo los fenómenos erosivos en dirección a Rioturbio y los accesos a calas y playas de Trasvía, Merón, Gerra y Prellezo.

Sobre la Casa Pozo como Centro de Interpretación del Parque Natural, no se ha retomado el proyecto de rehabilitación

Por último, sobre la Casa Pozo como Centro de Interpretación del Parque Natural, no se ha retomado el proyecto de rehabilitación con la posibilidad de dotar de un acceso peatonal al lugar desde San Vicente de la Barquera, que evite el tránsito por el borde de la carretera y permita el estacionamiento de los vehículos en los espacios ya disponibles en la población, sin tener que habilitar aparcamientos para los visitantes en la propia finca del futuro Centro de Interpretación que sigue sin los presupuestos propios y suficientes para subvencionar proyectos sostenibles de aprovechamiento, transformación y comercialización de los recursos agroganaderos, forestales y pesqueros con un logo específico que identifique su procedencia y calidad ecológica prohibiendo los arranques de algas y manteniendo la preferencia de la recogida de algas de arribazón. Además el parque sigue sin proporcionar la dotación adecuada de plantillas de investigadores y guardería de manera fija y estable mediante concursos abiertos que garanticen la idoneidad, el mérito, la capacidad y la igualdad de oportunidades de los aspirantes; al no requerirse los informes preceptivos del Patronato en actuaciones con graves riesgos ambientales como el dragado de la bocana de la Ría de San Vicente, una estrategia ambiciosa en la lucha contra el cambio climático mediante el retranqueamiento o supresión de infraestructuras, diques, asentamientos y rellenos en primera línea de costa y en las zonas húmedas adyacentes de La Rabia, Puente Republicano, Zapedo, Los Llaos, Bederna, Merón, Rubín –excluyendo el glifosato por toxicidad y extendiendo la regeneración de la marisma a las colas o entrantes laterales de Abaño y La Acebosa– y Pombo; y se sigue demorando  la ejecución de sentencias firmes sobre el desmantelamiento y restitución a su estado natural de los lugares afectados por  el Polideportivo de Las Tenerías, el camping del Rosal y el aparcamiento de Merón, y la escollera del Pájaro Amarillo,    

Finalmente, la Demarcación de Costas del MAGRAMA, las distintas Consejerías del Gobierno de Cantabria y los Ayuntamientos con competencias sobre Oyambre, deberían; definir los compromisos sobre la rehabilitación del Patrimonio Natural y Cultural mediante una ordenación forestal del Monte Corona y las áreas del Preparque -las cabeceras del Navas, Ríoturbio, Capitán y Merón, las cuencas de los ríos Escudo y del Gandarillas...-, con la restricción de las plantaciones masivas e indiscriminadas de pinos y eucaliptos con  la prohibición de las talas a matarrasa y pistas con riesgos de erosión, la repoblación con especies autóctonas y la protección y ampliación de los bosques de galería y las formaciones de ribera de los ecosistemas fluviales, la prioridad para la restauración del Lazareto de Abaño, las colonias de la Institución Libre de Enseñanza, la batería de Ubiembre, la Torre de Ballenas del Golf de Oyambre y la Casa del Guarda del Monte Corona, y la corrección de los impactos sobre el paisaje en los márgenes de caminos y carreteras, puentes y aparcamientos, núcleos de población, áreas recreativas –eliminando riesgos como los del mirador de La Argayada en el antiguo Paraje de los Pintores en Udías–, y cumbres o perspectivas relevantes con la creación, en particular, de un observatorio panorámico en el Monte Sarría con la eliminación de los efectos-pantalla de las masas de eucaliptos.
 

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