IGNACIO STAMPA

“A Villarejo le he interrogado varias veces, le he registrado la celda y la casa otras dos ocasiones”

Ignacio Stampa presenta su libro sobre el caso Tándem en la Librería Gil
Ignacio Stampa presenta su libro sobre el caso Tándem en la Librería Gil

En abril de 2017, el joven fiscal Ignacio Stampa fue designado para dirigir la investigación del mayor caso de corrupción hasta la fecha en España, el caso Tándem o caso Villarejo, junto a su compañero Miguel Serrano, del que fue apartado tres años después. Un asunto que está rodeado de “oscurantismo”, como él define en alguna ocasión, y al que Stampa quiere arrojar luz. Una claridad en forma de libro, que lleva por título ‘El complot’ y en el que narra en primera persona lo que otros han contado.

Cuatrocientas veinte páginas llenas de un análisis minucioso, de “la verdad”, afirma, porque “la verdad es esa. No hay otra interpretación”. Bajo la premisa de “proteger siempre la verdad” Stampa relata las “maniobras que se realizan para apartarle de la investigación, las maniobras de intoxicación informativa, y todo lo que rodeó a un caso que sigue siendo actualidad.

Se trata de un libro “vivo”, como él mismo ha indicado, pues “las sentencias que se están dictando siguen confirmando lo que expongo. Casi me adelanto en el libro explicando lo que hicieron conmigo Dolores Delgado y Álvaro García Ortiz, de forma que es bastante entendible algunas de las cosas que están pasando a día de hoy”. En definitiva, una época que le dejó “enormes” costes profesionales y personales que radiografía con palabras en su libro, que presenta este miércoles en la Librería Gil a las 19:00 horas.

El título de su libro es bastante fuerte y descriptivo a su vez: ‘El Complot’, ¿qué revela en el libro sobre ese complot?

En el libro describo el conjunto de maniobras que se realizan por parte de algunos investigados, algunos periodistas próximos, y que es aprovechado por la entonces Fiscal General del Estado en aquel momento, Dolores Delgado, y ejecutado por su mano derecha que es el actual Fiscal General, Álvaro García Ortiz, para romper la pareja de fiscales que estábamos llevando el caso Villarejo.

¿Por qué cree que se monta toda esa operación para quitarle a usted del frente de esa investigación?

Por motivos personales, pero que le viene bien a todos los afectados por el procedimiento desde el punto de vista de investigados, ahí se inician una serie de maniobras de intoxicación informativa de las que Villarejo es absolutamente experto y es aprovechado por la Fiscal General de forma inaudita por motivos personales, porque después de muchos años de análisis no hay ningún argumento jurídico, no hay política a la vista, lo que sí hay palpable son intereses personales que podía tener ella o personas cercanas para que aquel procedimiento se afectara de alguna forma porque yo no era importante en absoluto. Lo que se trataba era de condicionar el procedimiento, y se hacía atacando a los fiscales que lo llevábamos y se consiguió, logró separarnos.

¿Cree que todas estas maniobras que denuncia en la investigación tienen sus inicios cuando deciden ponerle al frente de la investigación siendo en aquel momento un fiscal joven que en un principio no tenía el perfil más idóneo para dirigir el proceso? ¿Por qué cree que le eligieron?

Una de las cosas que explico en el libro fueron las suspicacias que provoca que me designen a mí para el caso y algunos de los diagnósticos a los que llego. Sí que es verdad que genera muchas dudas el que me eligieran a mí, que soy el último en llegar prácticamente y que objetivamente no había razones para encomendarme a mí una investigación como esta. Podían tener algún interés espurio algunas personas que influyeran de alguna manera en que el asunto se me diera a mí hasta el punto de que cuando estamos investigando se nos ataca para que dejemos de investigar porque hemos aportado demasiadas cosas.

Habla de dudas en esa elección, que entiendo tras lo que me comenta que no están resueltas

No, no están resultas. El jefe que me designó, Manuel Moix, a mí me trató siempre muy bien, el poco tiempo que estuvo en la Fiscalía me consideró mucho, siempre me tuvo en alta estima. Lo que creo es que hubo otras personas que podrían estar cerca que hicieron lo posible para que fuera yo el designado. Eso es una duda que tengo y desde luego no he hablado con nadie para que me la confirmen ni me la descarten. En el libro llego hasta donde puedo llegar, investigo a los que pueden tener intereses, las personas que eran cercanas a mí, las personas que podían conocerme y las personas que creen equivocadamente que designándome a mí podrían controlar o dirigir de alguna forma el procedimiento y que al final acaban sorprendidas o decepcionadas porque hicimos lo que teníamos que hacer.

En el libro habla de la importancia de proteger siempre la verdad bajo el subtítulo de ‘La verdad del caso del fiscal Stampa’. ¿Cuál es esa verdad?

El subtítulo del libro nos dio muchos quebraderos de cabeza para quitarle subjetivismo para que llamara la atención y es que la verdad es esa. Es que no hay otra interpretación, en el libro solamente doy datos, doy información, no valoro ni opino, doy todos los datos que tengo salvo algunos que me oculta la Fiscalía General del Estado, que por eso estoy litigando. Lo que hago es contar realmente qué ocurrió a diferencia de lo que se publicó en determinados momentos, que no solamente fue absolutamente falso y en la Fiscalía General del Estado lo sabían, sino que aquello caló mucho en la opinión pública. Entonces lo que hice fue esperar pacientemente, acumular la máxima información, objetividad y distancia posible para poner sobre la mesa la información y que sea el lector el que saque sus conclusiones.

¿Revela en el libro algunos datos que hasta ahora eran desconocidos?

No puedo. Hay dos partes básicas cuando hablo del caso Villarejo: procedimiento judicial en el que yo he intervenido y que además está vivo, son dos razones por las cuales yo no puedo hablar de él.  De lo que sí puedo comentar desde mis ojos es la realidad de lo que se publicó. Cuando en un tema del que se ha publicado mucho sí que tengo la capacidad de explicar la verdad de todo aquello. Algunos de los episodios que se publicaron y que son realmente escandalosos, explico realmente bien cómo fueron. Luego la parte de la investigación a la que se me sometió a mí de forma ilegal la puedo explicar con pelos y señales porque soy un ciudadano cualquiera, no tengo ningún deber de secreto profesional. Sí que dejo entre líneas muchos mensajes para quien los quiera entender, pero no puedo decir nada que exceda de lo que está publicado. Pero le aseguro que no deja de ser muy escandaloso todo lo que explico porque además no es lo mismo que lo explique el que lo vivió realmente que el que lo manipuló para para dar una idea diferente.

Se han publicado algunas cosas realmente alucinantes como cuando nos vino a visitar Enrique Castaño al despacho de los fiscales con dos abogados del despacho de Garzón a pedirnos que no le detuviéramos y venía del parte del juez, un episodio que fue publicado y que es uno de los episodios más graves de todo el caso Villarejo. Lo explico bien, como ocurrió, en un contexto.

¿Sobre el caso Villarejo no se ha informado correctamente?

Se ha informado bien muchas veces, el problema es que se ha ido a golpe de filtración más que investigación y en el libro también lo que se recoge es la labor de los buenos periodistas que no solamente han informado bien, sino que no han querido informar mal. Explico cómo actuaron los que actuaron mal, que además lo hicieron a sabiendas y de forma muy deliberada e incluso probablemente contratada para hacerlo.

Durante todo el tiempo en el que estuvo al frente del caso, octubre de 2020, conoció muy bien la figura de Villarejo, ¿cómo le describirías desde dentro?

A Villarejo le he interrogado varias veces, le he registrado la celda y la casa otras dos ocasiones, es un hombre muy listo que es experto en bucear en la psicología del ser humano y en encontrar debilidades para ganar dinero, ese es el personaje principal de la trama

¿Qué consecuencias tuvo para usted el caso tándem y ese complot que describe?

Consecuencia profesional tuvo que no seguí en la Fiscalía de Anticorrupción, pero realmente no hay mal que por bien no venga, ya que en la Fiscalía de Madrid estoy estupendamente bien. De hecho, siempre me pregunté por qué había pedido la plaza para quedarme la plaza en propiedad con lo que estábamos sufriendo Miguel Serrano y yo. Desde el punto de vista personal se resiente la salud, la vida familiar. Fue un caso que te absorbía absolutamente, te condiciona la privacidad porque tienes que ir escoltado.

¿Por qué ha decidido publicar este libro?

Estuve tres años pensando y escribiendo sobre el libro. La primera sentencia del caso Villarejo se publica el 24 de julio, yo puse como condición a la editorial que no podía publicarse el libro antes de la primera sentencia porque los primeros que tenían que hablar sobre determinados aspectos del libro eran los tribunales de justicia. No podía esperar desde luego que fuera firme, el caso es que se resolviera si en una primera opinión jurídica con toda la prueba y con todas las alegaciones de todo el mundo si los fiscales habíamos trabajado correctamente o no, y eso no solamente se consigue, sino que en todas las sentencias posteriores se está manteniendo. Si ahora está coincidiendo que el Tribunal Supremo está definiendo la actuación de Álvaro García Ortiz y de Dolores Delgado, eso viene a reforzar todo lo que viene en el libro porque si conmigo actuaron de esa forma no es de extrañar determinadas cosas que están pasando después.

¿La lectura de su libro generará más desconfianza en la Fiscalía ahora que vivimos inmersos en los tiempos del lawfare?

El ciudadano tiene que confiar en los fiscales y en los jueces cuando van a someter un asunto a los tribunales, somos funcionarios que intentamos hacer nuestro trabajo de la mejor manera. Es normal que, por otro lado, en la cúpula de la justicia la desconfianza esté creciendo porque hay una progresiva politización. Yo les pediría a los lectores que diferencien lo que es la Fiscalía y el Ministerio Fiscal del Fiscal General del Estado. Somos 2.800 fiscales que velamos por el interés general no por el interés del General, que parece que últimamente los dos últimos Fiscales Generales del Estado anteponen su propios intereses al de la institución. Hay personas que están cayendo en escándalo tras escándalo y no pueden poner la institución por delante de sus propios intereses. Lo están dañando muchísimo, y yo como se cómo han funcionado conmigo y siguen actuando de la misma forma, puedo decir que lo que está pasando no nos lo merecemos, no solamente yo, sino que ningún fiscal ni ningún ciudadano se vea sometido a la actuación a la que me sometieron a mí.

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