La ya conocida como ‘La jueza del tarot’ por su supuesta profesión ‘oculta’ que salió a la luz al anunciarse como tarotista, y por la que habría sido investigada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ha sido suspendida recientemente en el ejercicio de sus funciones por otro asunto escabroso y grave. La sanción ha tenido lugar después de que concediera indultos parciales a al menos a tres presos cuando era jueza de Vigilancia Penitenciaria en Lugo pese a ser una facultad que corresponde por ley al Consejo de Ministros del Gobierno central. El CGPJ considera que la actuación de la jueza María Jesús García encaja con la conducta sancionada en el artículo 417.14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que castiga “la ignorancia inexcusable en el cumplimiento de los deberes judiciales”.
La jueza concedió indultos parciales a al menos a tres presos pese a ser una facultad que no le corresponde
El responsable de los juzgados de Lugo, Varela Agrelo, sobre el castigo a esta magistrada ha señalado que "estas cosas hay que verlas con normalidad". "Todos los servidores públicos estamos sometidos a un régimen disciplinario y cuando se comete una conducta tipificada hay que responder, y en este caso se ha considerado procedente y no tengo nada que decir, respeto nada más", ha sostenido. Interpelado sobre esos indultos parciales concedidos, que es el origen de la sanción de dos meses que ahora cumplirá como jueza de Violencia de Género en A Couña, se limitó a decir que "sobre el fondo de la cuestión" prefiere "no opinar". "Simplemente respetar la decisión, tanto si nos gusta como si no nos gusta", ha concluido Varela Agrelo.
Esta sanción se suma a la variedad de polémicas que la jueza ha suscitado en cuanto a su integridad y ejercicio profesional, algunas de ellas durante su estancia en Santander ejerciendo cargos en la Justicia cántabra. García llegó a ser sancionada durante estas etapas por el CGPJ al realizar unas polémicas declaraciones, cuando era responsable de violencia de género, criticando este tipo de juzgados y la ley contra la violencia de género. Llegó incluso a cuestionar a las víctimas y a relativizar esta lacra.
