La explotación sexual es una de las formas más graves de esclavitud del siglo XXI. Y España es uno de los países de Europa que más destaca en el consumo de prostitución.
Tenemos una misión encomendada para llevarla a buen término, que no es otra que la reconciliación entre sí, lo que conlleva la paz en la tierra, de la que estamos tan necesitados actualmente