Una treintena de tractores han pasado la noche en la calle Calvo Sotelo, en pleno centro de Santander, donde permanecen aparcados en el carril derecho en el entorno del edificio de Correos.
Ahí llevan ya varias horas, desde que esta tarde terminó la tractorada convocada por las organizaciones profesionales agrarias para protestar por la situación del campo frente a la Delegación del Gobierno.
Alineados en el carril derecho, algunos con los motores y luces encendidas, ya de noche siguen haciendo sonar sus bocinas y llamando la atención de los viandantes, que se detienen a hacer fotos o a charlar con los tractoristas.
También siguen portando algunas de las pancartas del viernes con lemas como 'Europa nos está matando', 'Nuestra ruina será vuestro hambre' o 'Sin agricultores y ganaderos, ¿qué comeremos mañana'.
Mientras, coches y autobuses circulan por el resto de carriles con normalidad desde que esta tarde se reabrió el tráfico, cortado desde mediodía.
Los manifestantes permanecen en el lugar de forma "pacífica" y tienen previsto hacer irse sobre las doce del mediodía del sábado, según han informado fuentes policiales y de la organización de la protesta que ha colapsado este viernes el centro de la capital cántabra.
Tras recorrer varias calles de Santander y llegar la cabeza de la caravana a la Delegación del Gobierno poco antes de las dos de la tarde, en torno a 250 tractores y otros vehículos como camiones, furgonetas y coches procedentes de todos los puntos de la comunidad autónoma han ocupado las calles más céntricas de la capital.
Han permanecido estacionados unas horas ocupando todos los carriles, mientras que un millar de personas se manifestaba frente a la Delegación y los representantes de las OPAS se reunían con la delegada, Eugenia Gómez de Diego, y le trasladaban su manifiesto con una serie de reivindicaciones.
A continuación, un grupo de ganaderos ha decidido quedarse a pasar la noche para continuar con la protesta, por lo que han aparcado en hilera dejando paso a los que han preferido retirarse, que han salido a la S-10 pasadas las cinco de la tarde --dos horas después de lo previsto--, y permitiendo a la Policía que reabriera el tráfico.
Con esta tractorada, agrigultores y ganaderos han denunciado la "asfixia burocrática", las exigencias de producción a las que les somete la Unión Europea y los ataques de los lobos, entre otros asuntos.
