Afortunadamente no nos encontramos ni en 1957 ni en 1968, cuando dentro de una política de férreo TELÓN DE ACERO, se produjeron las invasiones rusas de Hungría y Checoslovaquia.
Acorralar cada vez más la venta y circulación de vehículos en un país que es segundo fabricante europeo y noveno del mundo, no parece a priori una idea inteligente. Choca de igual manera que cada…