El uso de los patinetes eléctricos en las ciudades va cada día en aumento. Combinan con una movilidad sostenible en las ciudades pero conviven también con un sentimiento que ha cuajado en la sociedad: un cierto odio.
Para muchos parece ser algo molesto y peligroso, además de que su conducción está obligada a seguir unas normas que no muchos parecen obedecer. Ante esto, París ha hablado fuerte y claro y ha eliminado de sus calles a uno de los transportes más polémico de las calles: los patinetes eléctricos.
Así lo decidieron en un referéndum el pasado mes de abril los propios parisinos, que ahora circulaban sin este tipo de transportes por sus calles.
Según datos, en París circulaban 15:000 patinetes de libre servicio y el año pasado murieron tres personas y más de 450 resultaron heridas en accidentes en los que estaban implicados los patinetes eléctricos.
Para compensar su ausencia, el Ayuntamiento pondrá a disposición de los usuarios 3.000 bicicletas más, además de las 38.000 que ya hay en circulación, y se van a crear más carriles bici.
