El patrimonio prehistórico que alberga Ramales de la Victoria lo convierten en un destino idóneo para el turismo activo y de espeleología. El conjunto de cavidades con los que cuenta el municipio es el más importante de toda la zona oriental de la región. Alrededor de 4.000 cuevas catalogadas e idóneas para conocer más acerca de los orígenes de la región.
Estos yacimientos se concentran en tres importantes sectores: el río Gándara y su afluente Calera, el río Carranza y las márgenes del Asón y sus valles afluentes.
Una de las más importantes es la cueva de La Cullalvera, situada en el pie del Monte Pando y que tienen un fácil acceso desde el centro urbano de la localidad.
El gran tamaño de esta cavidad permite disfrutar de salas muy amplias decoradas con pinturas poco habituales en el norte de la Península Ibérica.
Covalanas
Por otro lado, la cueva de Covalanas, que fue declarada Monumento Arquitectónico Artístico en el año 1924, cuenta con pinturas en un excelente estado de conservación.
Se trata por tanto de una de las visitas obligadas para los amantes de la espeleología. Además, no debemos olvidarnos de la Cueva del Mirón, emplazada en el espectacular enclave que ofrece la Sierra del Hornijo y los Montes de La Busta y El Moro o la de la Haza.
Turismo natural
Ramales ofrece también a sus visitantes una amplia oferta en cuanto al turismo de aventura y cuenta con una vía ferrata de unos 300 metros de longitud que forma un itinerario tanto vertical como horizontal (Flanqueo) equipado con diverso material: clavos, peldaños, presas, pasamos, cadenas, puentes colgantes y tirolinas, que permiten el llegar con seguridad a zonas de difícil acceso para los senderistas.
Experiencia única
Todo aquel que visite Ramales podrá disfrutar de una experiencia única que le permitirá conectar con el medio natural al mismo tiempo que disfruta de la arquitectura popular con la que cuenta el municipio.