El Ayuntamiento de Noja ha entregado los diplomas del Curso de Lengua de Signos, que acreditan un nivel A1 en esta lengua con el que los participantes “podrán romper las barreras de comunicación a las que se enfrentan personas sordas”. El curso ha sido impartido por FESCAN, la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Cantabria.
Así lo ha señalado la concejala de Educación, Rocío Gándara, quien ha recordado que el curso era una “demanda desde hace tiempo” en el municipio, a la que ahora se ha dado respuesta manteniendo en todo momento las medidas sanitarias y de seguridad establecidas por el Ministerio de Sanidad y el Gobierno de Cantabria.
La edil ha destacado el “éxito de este primer curso”, del que “han quedado encantados alumnos y profesores” y en el que han participado profesores de guardería, jóvenes de Noja y de otros municipios, hosteleros y personal dedicado a actividades medioambientales. Además, ha adelantado que se estudiará la posibilidad de realizar un segundo nivel de este curso para avanzar en los conocimientos de los participantes, y que podría impartirse tanto de forma presencial como online, lo que dependerá de la evolución de la pandemia.
“Las instituciones públicas debemos trabajar por una sociedad más igualitaria, justa e inclusiva, y un curso como este ofrece las herramientas para lograr una integración más completa de las personas con deficiencias o discapacidades sensoriales auditivas”, ha explicado Gándara.
Por su parte, el alcalde de Noja, Miguel Ángel Ruiz Lavín, ha felicitado a los participantes por obtener un certificado que acredita “una formación fundamental para mejorar el día a día en nuestra sociedad y, en definitiva, en nuestro municipio”.
El regidor ha subrayado que el curso “ofrece respuestas a la diversidad y facilita la comunicación entre todas las personas independientemente de sus características individuales”. En este sentido, ha asegurado que el diploma que ahora han recibido es “una oportunidad para enriquecer nuestra sociedad”, como señala la UNESCO, que valora la necesidad de la inclusión para lograr un mundo más equitativo y más respetuoso frente a las diferencias; beneficiar a todas las personas independientemente de sus características, sin etiquetar ni excluir; y proporcionar un acceso equitativo, haciendo ajustes permanentes para permitir la participación de todos y valorando el aporte de cada persona a la sociedad.
