La batalla de los vecinos de la capital cántabra contra la suciedad no termina y su servicio de limpieza sigue estando en el punto de mira de unos ciudadanos que ven cómo día tras día el aspecto de sus calles es el mismo. Y es que Santander sigue siendo, después de años denunciando la situación, una ciudad sucia.
Numerosas bolsas y grandes volúmenes de basura sobresalen y rodean los contenedores de las calles de la ciudad, una acumulación de residuos que "provoca la proliferación de animales como las ratas así como malos olores". “Santander da de comer a ratas y gaviotas”, se quejan los vecinos.
La “deficiencia" en la limpieza viaria se deja ver habitualmente en imágenes como las de este domingo en la calle Isaac Peral, con contenedores completamente saturados.