El cineasta Carlos Saura, que se encuentra inmerso en un rodaje de un documental sobre el arquitecto Renzo Piano y el Centro Botín de Santander, ha asegurado que "falta muy poquito" para ver terminado el edificio y cree que, a pesar de la "polémica" que ha suscitado su construcción en la ubicación elegida, la gente "se va a dar cuenta" de que está "muy bien, va a ser muy útil" y va a ser un centro cultural "estupendo".
Así lo ha afirmado, en una rueda de prensa, Saura, que este sábado recibe en la capital cántabra el premio honorífico 'Puente entre las artes' que otorga el Festival Internacional de Cine y Arquitectura (FICARQ) y que también se lo entrega al arquitecto Emilio Tuñón.
La gente se va a dar cuenta de que está muy bien, va a ser muy útil y va a ser un centro cultural estupendo
Saura (Huesca, 1932) ha considerado que tanto el proyecto del Centro Botín en sí mismo como el documental sobre esta obra y su arquitecto que le encargó la productora Morena Films y en el que lleva trabajando un par de años son "muy interesentes".
Ha explicado que este proyecto le ha permitido visitar en Génova el estudio de Renzo Piano, al que ahora considera un "amigo" y al que define como una persona "muy cálida" y "afectuosa" y seguir cómo es una obra "desde el principio", desde las estructuras, "hasta el final", hasta que la obra esté acabada y se inaugure, algo que considera que es "muy hermoso".
De hecho, ha señalado que no entregará el documental hasta que el Centro Botín se inaugure. "Es absurdo", ha señalado Saura, que haciendo un "paralelismo" entre la ejecución de una obra arquitectónica y una en el cine, en el teatro, ha señalado que unos planos de un edificio que no se levanta "no dice nada, y es como un guión que no se hace".
