La propuesta del alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, de que los carteros, a través de la PDA que llevan para realizar el reparto de cartas, puedan trasladar información y fotografías al servicio de incidencias del Ayuntamiento de Santander no solo ha sido acogida con sorpresa y recelo por parte de sindicatos y trabajadores. La oposición municipal ha criticado lo que consideran una “barbaridad” y una “salida de tono más del alcalde” que le convierte en una "triste caricatura de sí mismo".
En un comunicado el PSOE ha pedido a De la Serna que “recupere el sentido común” y retire la propuesta de convertir a los carteros en “controladores de las infracciones o incidencias que se producen en las calles", funciones que ahora realizan policías locales o personal de los servicios de limpieza, "mezclando churras con merinas".
Los socialistas santanderinos lamentan que “las cuatro últimas propuestas anunciadas”, en referencia al Metro-TUS, el logo de la ciudad, la inversión de 2 millones de euros en obras provisionales en la zona de Varadero y ahora las nuevas funciones de Correos, “demuestran falta de rigor e irresponsabilidad en la gestión de lo público”.
Error de concepto
“Si está propuesta en la que Santander va a ser pionera porque a nadie se le ha ocurrido esta barbaridad antes se enmarca dentro del concepto de smart city, el error es de concepto”, ha afirmado la formación en la capital cántabra.
Por ello, considera que De la Serna debe “redefinir” su concepto de ciudad inteligente, “que no apuesta ni por la sostenibilidad ni la eficiencia en la gestión de Santander”.
“Mejorar el bienestar de los santanderinos, siendo cada vez más eficaces y brindando nuevos servicios de calidad, a la vez que se respeta el medio ambiente”, deberían ser las apuestas del alcalde para apostar por hacer de Santander “una verdadera ciudad inteligente”, ha explicado el PSOE en nota de prensa.
Mayor número de empleados
En contraposición a la iniciativa de De la Serna, los socialistas reclaman un mayor número de empleados en el servicio postal "para ofrecer un buen servicio a todos los barrios de la ciudad". Actualmente trabajan en Santander "poco más de 100 carteros", que tienen la "enorme responsabilidad" de que el servicio funcione de forma ágil y eficiente en la capital cántabra.
La oposición municipal se hace eco de este modo de las reclamaciones de los representantes sindicales, que reconocen que aunque ha bajado el volumen de cartas, ha subido la paquetería y los certificados, y es necesario un mayor número de trabajadores.
Asimismo, los socialistas consideran que “lo fundamental para el Ayuntamiento" debería ser que Correos "tenga todos los recursos disponibles para ofrecer cada vez un mejor servicio postal" y no la propuesta de que, de una forma gratuita, se consiga que los carteros "recolecten datos".
A juicio del PSOE, el alcalde de Santander ha vuelto a demostrar que gobierna “a golpe de titulares”, puesto que “ni los sindicatos ni los partidos políticos con representación en el ayuntamiento conocíamos esta nueva ocurrencia del alcalde”. “Es inadmisible que el equipo de gobierno local gestione la política municipal de espaldas a todos” y a través de anuncios en los medios de comunicación, ha criticado.
Mes de enero "esperpéntico"
Por su parte, el portavoz del Grupo municipal regionalista, José María Fuentes-Pila, ha afirmado De la Serna no solo se está convirtiendo en esta “triste caricatura", sino que con esta decisión logra el "colofón" a un mes de enero "esperpéntico" en el que el regidor ha saltado de “delirio en delirio” sin dedicar un “solo segundo a los verdaderos problemas de Santander”, entre los que ha citado los 14.602 parados y la “dramática” pérdida de población. En este sentido, le ha instado a que “ni se haga eso a sí mismo ni nos lo haga a los santanderinos”.
“Lo verdaderamente inteligente, lo verdaderamente ‘smart’ sería que Santander tuviese un equipo de Gobierno que hiciese su trabajo y abandonase definitivamente ese mundo paralelo de logos plagiados, metros que son autobús, carteros-inspectores y obras para derribar”, ha afirmado Fuentes-Pila, en alusión a los dos millones de euros que el Ayuntamiento prevé destinar a la construcción de instalaciones “provisionales” en Varadero.
Para el regionalista, “es todo tan sumamente ridículo” que ya “no extrañaría” que anunciase que “Sardi pondrá multas, construirá una estación de esquí en El Sardinero o creará la Concejalía de Bachata y Zumba”. “Ése es el nivel que ha alcanzado su gestión”, ha lamentado el regionalista, quien ha recordado que mientras De la Serna propone “carteros inspectores” se niega a cubrir todas las vacantes de la Policía Local o implantar la Policía de Barrio propuesta por el PRC, entre otros aspectos.
Un ridículo tras otro
Por otra parte, Fuentes-Pila considera que lo “verdaderamente preocupante” es que mientras el alcalde se ha pasado “todo un mes haciendo el ridículo”, los santanderinos siguen “demandando soluciones a problemas acuciantes” que el equipo de Gobierno “parece no saber ni siquiera que existen, como el paro y la pérdida de población, entre otros.
“El verdadero problema no es sólo este sainete constante, el problema es que mientras asistimos a él, perdemos de vista lo verdaderamente importante”, ha afirmado el regionalista, quien se ha preguntado “si no será precisamente eso lo que busca el alcalde”. “¿Preferirá que hablemos de su ridículo del logo en lugar de su gestión nefasta, de los 8.500 santanderinos que no reciben un euro en prestaciones o de los cinco habitantes que perdemos al día?”, se ha preguntado.
En este sentido, ha instado el regidor a que detalle “qué ha hecho” este mes, más allá de dar ruedas de prensa para presentar “un ridículo tras otro” y “jugar a enfadarse con sus compañeros de partido”, en alusión al enfrentamiento mantenido con el secretario de Estado de Cultura en funciones, José María Lasalle. “Ésta no es la representación que merece Santander”, ha finalizado.
Absurdas y ridículas
CC.OO. también se ha posicionado en contra de la medida, y ha acusado a Correos de proponer acciones "imaginativas", un tanto "absurdas y ridículas" para esta empresa pública de las que no se ha informado, ni han sido consensuadas, con las organizaciones sindicales, y que "poco o nada" tienen que ver con el desarrollo de un verdadero plan de acción para incrementar la presencia de Correos en el mercado de la paquetería e impulsar una verdadera diversificación e internacionalización que permita situar a la empresa a la altura del resto de operadores postales europeos.
El responsable del sector postal de CC.OO. de Cantabria, Juan Carlos Aizpurúa, considera que la propuesta es una "tomadura de pelo", y ha advertido que es una "imprudencia" para Correos confundir "diversificación de ingresos con diversificación de la actividad", ya que la segunda solo puede estar justificada por la primera.
Aizpurúa ha puesto de relieve el "despiste de consideración", "poco propio" de una empresa pública en un mercado abierto y "ferozmente" competitivo, pensar que se puede "camuflar" el 10% de ingresos por paquetería, única actividad postal en crecimiento, o el "escaso" 1% de ingresos por servicios financieros, con otra serie de actividades que no contribuyen a la diversificación económica empresarial.
El sindicato ha tachado el proyecto piloto como una idea "estrambótica" de una dirección que está muy alejada de la plantilla y de las verdaderas iniciativas promovidas por otros operadores europeos que sí han impulsado acciones por la diversificación.
No es la primera
El representante de CC.OO. en Correos ha explicado que ésta no es la primera iniciativa que la empresa realiza. "En Galicia propusieron que los carteros ayudaran a llevar las compras del supermercado a las personas mayores cuando llevaban la correspondencia y en Madrid pretendían que "entretuvieran hablando" a los ancianos en sus domicilios. Ambas iniciativas fueron llevadas a cabo sin éxito", señala el sindicato en un comunicado de prensa.
Aizpurúa ha opinado que esta última iniciativa presentada en Santander "correrá la misma suerte" que las otras dos ya que hay falta de comunicación con la plantilla y porque se continúa recortando en el capítulo de personal -desde 2008 hay 15.000 empleos menos y cerca de 12.000 puestos menos desde 2011- y ha recordado que las condiciones laborales son precarias, "un cúmulo de contrariedades" que imposibilita prestar un servicio postal público de calidad para los ciudadanos.
