viernes. 26.04.2024

Después de dos años solicitando intervenciones, los vecinos de las calles Antonio Cabezón y Francisco Giner han visto cómo el Ayuntamiento de Santander ha anunciado, a través de los medios, una partida de un millón y medio de euros a su barrio. Sin embargo, dicha cuantía se va a destinar para todo menos para mejorar la comodidad de los vecinos. Así lo ha denunciado un grupo de miembros de la Asociación de Vecinos frente a la puerta del Consistorio, donde se han manifestado para exigir respuestas a sus demandas y una reunión con el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, con quien llevan intentando hablar durante dos años sin éxito.

Los vecinos han mostrado su “asombro y enfado” ante la noticia de que el Ayuntamiento va a destinar hasta 10 millones de euros en obras por toda la capital cántabra, “y para colmo leemos que es un remanente de 2015”. “¿Cómo es posible esto? ¿Cómo le puede sobrar el dinero si nuestra Asociación lleva más de un año pidiendo que intervenga en nuestras calles para paliar el deterioro que está sufriendo por la falta de interés del Consistorio?”, ha denunciado la asociación en un escrito.

Asimismo, y respecto al millón y medio que se va a destinar en su barrio, ha recordado que el Ayuntamiento tiene previsto realizar una carretera que “atraviesa uno de los patios de la escuela de adultos”, lo que “nos deja sin la única plaza que tenemos, donde se sientan los vecinos” y donde “juegan los niños y niñas”.

"¿Cómo le puede sobrar el dinero si nuestra Asociación lleva más de un año pidiendo que intervenga en nuestras calles para paliar el deterioro que está sufriendo por la falta de interés del Consistorio?"

Por ello, además de denunciar esta actuación, han propuesto que se habilite el otro patio de la escuela para compartir actividades, “como por ejemplo huertos urbanos, y de paso eliminamos tanto asfalto”.

Casi dos años

No es la primera vez que la asociación de vecinos expresa estas demandas. Según han explicado, durante casi dos años han estado presentando hasta cinco solicitudes por registro para que César Díaz les reciba y “poder explicarle nuestras necesidades, y que sea él quien venga al barrio y nos explique el proyecto”.

Petición que se ha vuelto a realizar el pasado 25 de mayo, cuando finalmente obtuvieron respuesta del concejal y un plazo: 15 días para acudir al barrio con técnicos. “Ya han pasado 15 días y no nos ha llamado, no sabemos nada de él ni de este Consistorio”.

Es por eso que han decidido manifestarse frente a la puerta del Ayuntamiento. “¡Queremos que se nos oiga!, ¡que se nos vea!, ¡y que sepa que no nos quedamos en el barrio esperando a que se digne a aparecer!”, han reclamado.

Asimismo, en su manifiesto han hecho referencia al PGOU, que contempla el derribo de dos edificios en la entrada del barrio. Los vecinos se han preguntado si el concejal conoce “la situación personal y económica de los vecinos”, y han asegurado que desconocen qué va a pasar con ellos.

“¿Es mucho pedir que el concejal encargado de Urbanismo en esta ciudad explique a los ciudadanos el proyecto que, inevitablemente, va a cambiar el paisaje y la vida de todos nosotros?”, se han preguntado para, a continuación, asegurar que seguirán haciendo visibles sus demandas hasta que “alguien” nos escuche.

César Díaz hace oídos sordos a las reclamaciones de los vecinos
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