viernes. 26.04.2024

La transformación de  los antiguos viveros de langosta de Isla en piscinas naturales, unos trabajos que contaron con un presupuesto de 318.516 euros y que ejecutó el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Demarcación de Costas en Cantabria, ya son toda una realidad. Con la puesta en marcha de estas novedosas piscinas, la localidad de Isla ha añadido un nuevo reclamo turístico más a la zona. Un lugar que será visitado por vecinos y turistas cada verano y que cuenta además con historia propia.

Estos fueron los primeros viveros seminaturales de langosta, que datan del siglo XIX, para la conservación y el consumo del marisco y que, posteriormente, quedaron en desuso, aunque mantuvieron sus balsas construidas aprovechando las paredes que conforman las rocas naturales en pequeños entrantes del mar y completando su perímetro con tramos de muros de mampostería de piedra.

Se trata de dos piscinas, una situada en la zona urbana del núcleo contiguo a la explanada donde se ubica la ermita de San Sebastián, y la otra, en una zona más natural dentro del islote que cierra la playa del Sable.

Las obras se iniciaron en noviembre de 2019, pero se vio afectado por las paralizaciones decretadas con motivo del estado de alarma por la COVID-19. Ahora, totalmente reconvertidos en piscinas naturales, serán el lugar de baño habitual para los amantes de los buenos chapuzones del verano.

Los antiguos viveros de Isla convertidos en piscinas naturales ya son todo un atractivo...
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