La fecha elegida para la celebración del 39º Congreso del PSOE ha causado más debate interno en el partido que la propia política de pactos ante una posible investidura. Finalmente, se acordó que serán en mayo cuando se celebre el cónclave socialista. La discusión se produjo porque el sector más crítico, que batalló hace unos meses para que se celebrara un Comité Federal con vistas a fijar la fecha del Congreso, consideraba ahora que en las actuales circunstancias políticas no habría que poner fecha y esperar a los acontecimientos.
Por el contrario, Ferraz si tenía sus planes ya hechos y quería llevar el Congreso a finales de junio, una fecha que a muchos barones les parecía muy lejana y que creían ver que favorecía las aspiraciones de Pedro Sánchez para seguir al frente del partido.
No sin tensiones, y hasta con riesgos de forzar una votación en el Comité Federal, se llegó finalmente a un acuerdo. En principio, el Congreso para finales del mes de mayo y, como marcan los Estatutos, quince días antes (el 8 de mayo) se tendrá que elegir al secretario general en primarias abiertas.
Esto significa que si se repiten elecciones, el PSOE tendrá ya un secretario general nuevo y, posiblemente, otro candidato.
