sábado. 27.04.2024

77 años han pasado ya desde que trece mujeres, conocidas como ‘Las Trece Rosas Rojas’ fueran fusiladas contra la tapia del cementerio de la Almudena de Madrid en la madrugada del 5 de agosto de 1939. Sus vidas y sus historias forman ya parte de libros, obras de teatro y cine y documentales varios.

El adiós de Julia Conesa a su familia, una de las "Trece Rosas", pidiendo que no lloraran su muerte: "Salgo sin llorar. Me matan inocente, pero muero como debe morir una inocente" eran parte de las últimas palabras que dirigía a su familia donde pedía textualmente "que mi nombre no se borre de la historia". Consiguió que sus historias sean aún recordadas 77 años más tarde.

Fue su defensa de la República española tras el fin de la Guerra Civil lo que supuso que fueran condenadas a muerte bajo la acusación de un delito de "adhesión a la rebelión" durante la celebración de un Consejo de Guerra. Una de las acusaciones imputadas a las jóvenes fue la colocación de unos pasquines en algunas calles madrileñas antes de la celebración del día del desfile de la Victoria que decía: "Menos Viva Franco y más pan blanco".

Fue su defensa de la República española tras el fin de la Guerra Civil lo que supuso que fueran condenadas a muerte bajo la acusación de un delito de "adhesión a la rebelión" durante la celebración de un Consejo de Guerra

Las trece mujeres entre 18 y 29 años, militantes de Juventudes Socialistas Unificadas, fueron detenidas, torturadas y recluidas durante semanas en el centro penitenciario de mujeres de Ventas donde estuvieron hacinadas junto con otras muchas mujeres y jóvenes. Habían sido juzgadas junto a más de 40 compañeros más del PCE y de las JSU y la sentencia fue implacable para todos.

Las cartas escritas desde la celda donde estuvieron recluidas las han hecho pasar a la historia como parte de esa etapa negra del inicio de una dictadura y de la "purga" que los vencedores llevaron a cabo para asegurar el éxito del nuevo régimen y acallar a disidentes.

Sobre la mesa del despacho de Carmen Castro, directora de la cárcel de Ventas, quedaron las solicitudes de indulto que cada una de las condenadas había redactado el día 3, al volver de la vista en las Salesas, para pedir clemencia al Caudillo, y que la directora no había querido tramitar.

De todos los detenidos esos días, 14 eran mujeres. Fueron aprehendidas tras el asesinato de Isaac Gabaldón, comandante entonces de la Guardia Civil, a manos de tres militantes de las Juventudes Socialistas. De las 14 detenidas, sólo una de ellas consiguió eludir la sentencia y la condena a muerte.

A las cuatro de la madrugada del día 5 de agosto, un camión viejo y destartalado se detenía ante la puerta de la cárcel de Ventas. Poco después salieron las trece jóvenes que desde hacía varias horas permanecían en capilla. Según comentaría María del Pilar Parra, una presa que se encontraba en aquel momento asomada a la ventana: "Pasaban repartidores de leche con sus carros. La Guardia Civil los apartaba. Las presas iban de dos en dos; tres guardias civiles escoltaban a cada pareja. Las presas fueron subidas en grandes camiones. Desde donde yo estaba, en el cuarto piso, no se las podía ver con claridad. Pero parecían tranquilas. Llevaban la cabeza muy levantada". Primero fueron fusilados los hombres y posteriormente las mujeres. Los tiros de gracia de "Las trece Rosas" se oyeron hacia las ocho de la mañana de ese 5 de agosto de hace 77 años.

Sus nombres eran Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brissac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.

Las "Trece Rosas Rojas", que se marchitaron a balazos frente a la tapia de un cementerio, siguen siendo recordadas como símbolo de una época y del valor de quienes se enfrentaron a la dictadura franquista y pagaron con su vida su osadía o su hazaña, según quien lo mire.

77 años después los nombres de ‘Las Trece Rosas Rojas’ siguen presentes en el recuerdo
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