viernes. 26.04.2024

El ser humano siempre ha intentado sobrevivir a pesar de las circunstancias. Esa ha sido la base de la vida desde que los primeros obstáculos empezaron a hacer su inclusión en la población. De hecho, a lo largo de la historia de la humanidad las diferentes sociedades han luchado por poder seguir adelante, y la pandemia de la COVID-19 no iba a ser menos. 

Han sido varios los sectores que han sufrido el duro impacto que ha provocado el coronavirus en el último año. Desde la llegada de la COVID-19 todo cambió. La vida, las relaciones, las formas de comunicarse… Todo dio un giro, y ya nada es lo que era. 

Los diferentes sectores han tenido que reinventarse y adaptarse a las nuevas circunstancias que rodean a todos los negocios que se han visto afectados por la presencia de este nuevo virus. Además, el coronavirus trajo consigo cambios en la vida social, donde se han implementado medidas de seguridad y distanciamiento.

La cultura ha sido uno de las áreas más afectadas por la presencia de la COVID-19 en la sociedad. Muchas salas de cine han cerrado, las apuestas literarias se han visto reducidas y los pequeños negocios han tenido que bajar sus persianas por la ruina absoluta que ha traído consigo este virus. Pero, ¿qué está pasando con los museos?

“Recibimos menos visitantes nacionales e internacionales y más visitantes locales”

Cantabria es una comunidad que alberga un gran valor cultural unido al poder creador de los diferentes profesionales emergentes de la región. La pandemia de la COVID-19 demostró la importancia de la cultura como uno de los valores esenciales para mantener la cordura en la sociedad.

Con motivo del Día Internacional de los Museos, celebrado el pasado martes 18 de mayo, este medio ha podido hablar con diferentes espacios de gran relevancia en Cantabria. Así, estos han señalado las claves de su supervivencia y las diferentes medidas que siguen para evitar la propagación de la COVID-19 en sus instalaciones.

“Lógicamente, el cierre perimetral de las comunidades autónomas y la reducción de aforos ha influido en el número de visitantes. Recibimos menos visitantes nacionales e internacionales y más visitantes locales, pero el disfrute y la satisfacción de todos ellos tras la visita es aún más alta que antes”, explica Arrate Martín, directora de gestión y experiencia del visitante del Centro Botín.

Lo cierto es que desde el inicio de la pandemia Cantabria apostó por los espacios culturales y por las diferentes actividades. De esta forma, la consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria, el departamento dirigido por Pablo Zuloaga, creó varios programas de actividades y aportó ayudas para que el sector pudieses subsistir.

“La gente ha interiorizado que los museos son lugares seguros en donde poder evadirse, reencontrarse, disfrutar de experiencias enriquecedoras...”

“El Centro Botín fue el primer centro de arte en reabrir sus puertas, el 12 de mayo de 2020, tras el confinamiento del año pasado. Desde entonces, abrimos a diario el Centro cumpliendo los protocolos fijados por las autoridades sanitarias para que todas las personas que nos visitan sigan disfrutando de una experiencia segura y tranquila”, explica Martín.

En este contexto, Arrate asegura que “la gente ha interiorizado que los museos son lugares seguros en donde poder evadirse, reencontrarse, disfrutar de experiencias enriquecedoras…”. A ello añade que “es por ello que, con el convencimiento de que pocas cosas como las artes contribuyen al desarrollo personal y de la creatividad para generar riqueza económica y social, el Centro Botín abrió de nuevo sus puertas para que los ciudadanos de Santander y Cantabria pudieran volver a disfrutar de sus propuestas artísticas, formativas y culturales, y así está siendo”.

Además, pone como ejemplo que “la oferta de actividades artísticas, culturales y formativas en 2020 se materializó en una programación variada compuesta por 251 actividades, distribuidas entre 40 semanas, y que incluían conciertos, ciclos de cine, espectáculos de danza y teatro, diferentes tipologías de visitas a las exposiciones, talleres, cursos, etc.”

2020 ha sido un año comparable con una película de ciencia ficción. Un virus desconocido ha invadido a la sociedad y esta ha tenido que recluirse para evitar contagiarse. La realidad es que no fue un metraje, sino que la COVID-19 ha sido una realidad que ha sacudido duramente a diversos sectores, entre ellos la cultura.

Gerardo Castrillo, director del Museo Marítimo del Cantábrico (MMC), explica que “durante la pandemia hemos pasado varias fases. Desde el cierre total del museo hasta que ya se fue abriendo según íbamos mejorando las cifras de infectados y las diferentes situaciones sanitarias”.

Siempre hemos establecido unas visitas manteniendo un mismo recorrido por el museo para evitar aglomeraciones. Además, se han establecido entradas al museo secuenciales cada 20 minutos, y tienen preferencia los que hacen su reserva previa por Internet”, comenta.

La pandemia de la COVID-19 ha incrementado la digitalización, y eso ha hecho que las redes sociales e Internet sean fundamentales para la sociedad. De hecho, los museos y las diferentes entidades culturales han tenido que adaptarse al espacio digital.

“En los museos apostamos por la salud”

Así, el director del Museo Marítimo del Cantábrico señala que “ha habido mucha actividad a través de las redes sociales, preferentemente en canal de YouTube de museos de Cantabria. La actividad en las redes sociales va a ser una gran estrategia de futuro”. 

La afluencia de visitantes ha sido bastante notable en estos espacios, por lo que los museos han tenido que apoyarse en estas plataformas frente a la falta de frecuencia de gente. “La sociedad está muy animada a venir a visitar los museos, y más que miedo, hay precaución”, asegura.

Asimismo, Castrillo relata que “en los museos apostamos por la salud. Al final la cultura es segura, y así lo hemos demostrado desde que la pandemia de la COVID-19 llegó a la comunidad”.

Sin embargo, muchos visitantes han criticado que los museos y galerías dispongan de un único recorrido establecido y se coarte así la libertad de movimiento en las propias instalaciones. 

Si quieres ver una sala, tienes que pasar antes por un recorrido establecido, y eso al final te perjudica. En cierto modo se pierde la libertad de seguir tu propio camino”, explica una visitante cántabra.

En este contexto, Gerardo Castrillo dice que “si viene alguien que quiere ver una sala en concreto, se le lleva directamente a ese espacio, y después podrá seguir el recorrido establecido, pero no puede ir por el camino anterior”.

Así, como comenta el director del Museo Marítimo del Cantábrico (MMC), “todas estas medidas las tomamos para evitar la propagación de la COVID-19”. Además, a ello añade que “depende del comportamiento de la sociedad el que los museos podamos tener un futuro. Hay que evitar volver al punto cero”.

Los museos cántabros han sobrevivido a la pandemia de la COVID-19. Pero para ello han tenido que reinventarse y adaptarse a una situación donde sigue reinando la incertidumbre en medio de una vacunación que cada día va cogiendo más ritmo y dando más esperanza a una sociedad confundida. El futuro de estos espacios culturales dependerá de la situación sanitaria y del comportamiento de la sociedad, pero ellos recurrirán a nuevas vías como las redes sociales para poder seguir adelante.
 

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