viernes. 26.04.2024

El próximo 16 de julio varios municipios en Cantabria se engalanarán para venerar a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros a la que muchos navegantes se encomiendan para que les guarde cuando salen a faenar a alta mar. En una comunidad en la que las costumbres marineras están tan enraizadas, el día del Carmen es una ocasión especial en la que los devotos de la virgen salen en procesión.

En la tierruca, son muchas las villas marineras que fielmente llevan a cabo la advocación por esta virgen, pero tan solo está calificada como Fiesta de Interés Turístico Regional en Suances y Revilla de Camargo.

Este año, a pesar de que muchos devotos rezasen a la virgen para que el coronavirus se disipase frente al escudo de la vacuna, no se llevará a cabo la procesión terrestre y marítima que tantos fieles atrae cada año.

Por su parte, en Revilla de Camargo se celebra este 2021 el centenario de Nuestra Señora de la Virgen del Carmen como Patrona Municipal. Así, a las 5:00 horas del jueves al viernes se oficiará (si lo permiten las cambiantes limitaciones covid) la primera misa mientras que la eucaristía principal se celebrará a las 12:30 horas desde el exterior de la ermita y se emitirá por streaming y televisión. Desde 2003 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.

En Suances este año no se celebrará la tradicional procesión por mar y tierra

En Suances este año no se celebrará la tradicional procesión por mar y tierra con cientos de personas con su pañuelo de las Fiestas del Carmen rodeando su cuello. Sin embargo, si se realizarán algunas actividades culturales gratuitas. En Suances fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en el año 2010.

Por otro lado, a pesar de no contar con el reconocimiento de las villas anteriores, hay otras localidades que celebran el Día del Carmen, como Santander, San Vicente de la Barquera, Noja y Argoños.

El origen de esta celebración centenaria se remonta al año 1200 en el Monte Carmelo. Según los relatos religiosos, esta montaña se encontraba sumida en una sequía permanente, ante lo que el profeta Elías dio su promesa a Dios de que el rey Ajaab y su pueblo desistirían de honrar al dios Baal para que se pusiese fin a la sequía. Una vez abandonada dicha elevación, el profeta subía ocasionalmente en solitario para comprobar con sus propios ojos si sus plegarias habían sido escuchadas. En este trasiego desde las faldas de la montaña hasta el pico de la misma el profeta vio una nube de un tamaño insignificante. Este suceso propició que muchos creyentes peregrinasen al Monte Carmelo como un lugar de culto y oración, lo que dio lugar al origen de la Orden de los Carmelitas.

Tiempo después, el 16 de julio de 1251, la Virgen del Carmen se le apareció a Sam Simón Stock, superior general de la Orden de los Padres Carmelitas de Cambridge. En esta aparición la Virgen del Carmen le entregó al religioso un escapulario con su imagen, que aseguraba que quien llevase este elemento jamás iría al infierno. El superior se refirió a la virgen como la “estrella de los mares”, lo que motivó a muchos leones de mar encomendarse a ella.

Unos festejos que, otro año más, se verán reducidos a la mínima expresión por la incómoda presencia del coronavirus que, esperamos, el año que viene sea solo un mal recuerdo mientras cientos de fieles veneran y siguen fielmente a la Virgen del Carmen.

Un recorrido por Cantabria de la mano de la Virgen del Carmen
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