sábado. 27.04.2024

¿Por qué tanto miedo al Leninismo? (I)

Con su semilla transformadora germinaron las diversas revoluciones socialistas llamadas comunistas, porque su política económica trasforma la privada en común-pública, en función del predominio de la justicia social igualitaria.

Quienes conocen la historia de la revolución de Octubre -que ya cumple un siglo- saben que Lenin fue su más destacado líder y el discípulo aventajado en la interpretación de la teoría marxista y en la aplicación de su praxis revolucionaria, siendo considerado políticamente como un referente de la lucha procomunista con proyección universal desde que se instauró el capitalismo. De esa amalgama revolucionaria surgió su planteamiento de que “sin buena teoría no puede haber buena práctica” (…)

Por ello, le eliminaron “políticamente” joven, pero antes, en 1919, eliminaron a Rosa Luxemburgo en Alemania, por su lucha con la premisa “la verdad es siempre es revolucionaria”; a Gramsci, en la cárcel italiana; a Grimau en Madrid, “antes de ser condenado”; al “Che Guevara” y Camilo Torres a traición, en la guerrilla colombiana; a Ceaucescu en Rumanía, para “imponer el terror democrático” ¡expulsando a millones de personas!; a Ellacuría en El Salvador, por educación fraternalmente solidaria; a Chávez en Venezuela, por quienes dicen “carroñeramente” que era un dictador… e infinidad de exterminios. Por ser su principal arma política provocan atentados terroríficos, represión hasta a titiriteros, guerras neocoloniales, hambrunas, exclusiones, infanticidios -10.000 niñ@s mueren diarios de hambre en el mundo…- (…)

¿Por qué tanto miedo a esta política si la diferencia sociocultural con la de hace un siglo es abismal?

Con su semilla transformadora germinaron las diversas revoluciones socialistas llamadas comunistas, porque su política económica trasforma la privada en común-pública, en función del predominio de la justicia social igualitaria contra la explotación humana y la especulación económica de las corporaciones privadas (…)

Partiendo de estas revoluciones se produjeron mundialmente grandes avances sociales, principalmente laborales, hasta que el mayor enemigo de la humanidad encabezado por el imperio Yanqui, después de la 2ª Guerra Mundial, aprovechando “la guerra fría”, lanzó una ofensiva con su enorme potencial económico, militar, mediático…, para intoxicar, corromper y eliminar las instituciones con expectativas libertadoras socialistas, que aún resisten en Cuba, Corea Del Norte, Bielorrusia, Laos…(…)

Para justificar mundialmente sus victorias “quienes insolidariamente encarnan el error”, ¡les acusan de cometer muchos! Pero, considerando que la creación de políticas emancipadoras de este calado, y el genocida capitalismo boicoteando constantemente su desarrollo, ante tanta infamia, Einstein en un tratado, ¿por qué el socialismo?, acusaba a dicho enemigo de egolatría y de fomentar la cultura enajenante generadora de una sociedad estúpida. Ante tanta adversidad, estas revoluciones por la suprema importancia de sus mega-proyectos, ¿no debieran considerarse como “ilustrados borradores” siempre susceptibles de mejorar? (…) De todos modos, si la historia la interpretaran quienes pierden, ¡“otro gallo le cantaría a la humanidad”!

Pero, ¿por qué tanto miedo a esta política si la diferencia sociocultural con la de hace un siglo es abismal? Por mi largo recorrido desde los años 20 con muy diversas actividades y trasformaciones vitales  –con disculpas-, permítanme que les comente que este servidor también le tuvo, por lo que deseo manifestar mi modesta Reflexión (…)

-Continuará-

¿Por qué tanto miedo al Leninismo? (I)
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