viernes. 26.04.2024

Hacia la subrogación cerebral para quienes lo necesiten

En este país ya cualquiera práctica lo de hacer olvidar un problema mediante la oportuna distracción hacia otra cuestión de cotilleo, como pueden ser interioridades del fútbol que se concretan mejor citando a Piqué y Shakira. Le sigue que ni pintada la gestación subrogada, a través de la cual la actriz Ana Obregón es madre de un bebé. Tenemos gestación y Obregón para rato, y con ello comemos a diario, tenemos trabajo, pagamos la factura de la luz y de la gasolina, y el banco nos da también una hipoteca razonable con la que meterse en la compra de una casa donde vivir. ¿Se lo habían creído?

Me llevaría su tiempo hacer un análisis exhaustivo del comportamiento serio en otros países respecto a su gobernabilidad, ante lo cual prefiero limitar el territorio para asegurar que España no tiene parangón en su forma de actuar, con un simplismo altamente contagioso, de anteponer cualquier excusa que se presente (también puedo llamarlo chorradas), en vez de afrontar de cara los auténticos problemas en este siglo tan lleno de incertidumbres.

Aquí parece improbable auto practicar la frase de Abraham Lincoln, acerca de que se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo. No nos quedemos ahí, ya que habría que añadir mucho más acerca del engaño, la mentira, la falsedad, la manipulación y, por supuesto, el aguante y la anestesia de una sociedad a la que el poder actual se la cuela por la escuadra cuando quiere, sin mayor respuesta que una abulia abrumadora entre la población, que amenaza con hacerse crónica.    

Con este negativo bagaje que retrasa a un país en todos sus ámbitos, ni siquiera sería necesario distraernos, introduciendo debates estériles a través de los medios de comunicación. Aunque es otra forma de ser muy hispana, que no decae y cobra mayor fuerza incluso con el cambio de siglo, al igual que presentar propaganda electoral parecida a la que se hacía en los años 80 del siglo XX, que de un 2023 del XXI, donde estamos en los fondos europeos next generation que, a lo que se ve, no modernizan nada, empezando por nosotros mismos.

Aquí parece improbable auto practicar la frase de Abraham Lincoln, de engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no todo el tiempo

Lo de aburrirse en este país, ¡como que no! Y también nuestra peculiar televisión se encarga de ello. Si no es el bebé subrogado de Ana Obregón, son las cenas del Tito Berni, o bien en la Liga de Fútbol, tan sagrada, se cuela el mediático caso del Barça engatusando bien a los árbitros antes de los partidos. Lo de Piqué y Shakira puntúa más, con gran seguimiento y aceptación hacia las canciones de la colombiana, denunciando ante sus millones de fans lo traidora que es la infidelidad y también la nueva novia del futbolista, con quien antes conformabas un matrimonio que se presentaba en sociedad como idílico.

Son temas muy trascendentes todos los anteriores, que nos ayudan a llegar a fin de mes, a pagar a plazos la cesta de la compra, que nos distraigan por la radio mientras echamos gasolina, cada vez más cerca de los 100 euros llenar el depósito. Esta semana me he llevado la sorpresa de que afeitarme a partir de ahora costará el doble, al precio estratosférico que se han puesto las cuchillas de marca, y luego nos quejaremos de todo lo que venden los bazares chinos, dado su precio tan competitivo combinado con la floja calidad y duración del producto en cuestión.

Me disculparán salto tan grande que voy a dar de sacar a relucir la Gillete a pasar al sexo de las españolas, a través de los anuncios del Ministerio de Igualdad, que cuando no llaman machista al presentador del Hormiguero, se meten en tu propia casa y en tu propia cama, para no parar de decirte insensateces más cercanas a sociedades controladas, que no gozan de libertades, y donde se pretende que todo el mundo sea igual y afín a un régimen. Uno creía que estos tiempos habían ya pasado, no solo con la dictadura en España, sino con la caída del Muro de Berlín, y el regreso a la democracia de países como Polonia, Alemania Oriental, Checoslovaquia, Albania, Hungría, Yugoslavia, Rumanía, Bulgaria, Letonia, Estonia y Lituania. Hoy la mayoría de ellos están dentro de la Unión Europea.

Será que hablar de Europa ya no es sinónimo de avance y sí de retroceso. Hay momentos en que tengo la sensación, compartida con otras amistades y conocidos, de que, o bien me he perdido algo, o bien me he quedado rezagado con respecto a las nuevas ideas. Pero no. Resulta que las nuevas ideas no son tal. Son planteamientos viejunos, antiguos, anticuados, chuscos y retrógrados. De ahí que pueda suceder que un día lleguemos a la subrogación cerebral, de listeza, para aquellos que no la tienen y bien que la necesitan. Parece faltar al buen nombre de un montón de gente, pero es que sus deleznables planteamientos e insensatas decisiones trascienden a millones de personas, y llevan camino definitivo de hundir la reputación de la lógica, de la realidad, de la verdad  y de los hechos.

“Resulta que las nuevas ideas no son tal. Son planteamientos viejunos, antiguos, anticuados, chuscos y retrógrados”

Por lo menos hasta las primeras elecciones de las dos que hay este año nos van a dar la matraca con el bebé subrogado de Ana Obregón. Para mi gusto, la actriz y presentadora ha estado bien al decir que a partir de ahora no va a sentirse tan sola. Imagino que le dé bastante igual todo lo que se está diciendo y escribiendo desde los canales del poder acerca de su caso, y las prisas repentinas para regular una cuestión más que preocupa muchísimo a los españoles (ironía pura). Lo lamentable es lo fácil que se cambia de opinión en este país, de un día para otro. Antes, en algún mitin, te has mostrado proclive a la gestación subrogada. Pero una vez en el poder, y cuando hay que distraer y marear la perdiz con respecto a crisis financiera, bancaria, pensiones, hipotecas, trabajo, paro, bajos sueldos, aspiraciones y decepciones, es entonces cuando viene muy bien desinflar problemas utilizando el nombre de Ana Obregón, Pique, Shakira, el Barça o lo que surja. Desde luego, para tragar tanta patraña, público nunca va a faltar. Todo muy lamentable.

 

Hacia la subrogación cerebral para quienes lo necesiten
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