viernes. 03.05.2024
La opinión de
Víctor Corcoba Herrero

Víctor Corcoba Herrero

Algo más que palabras

“Hemos de activar el amor y desterrar las armas. De lo contrario, va a resultar imposible adaptarse a este mundo cambiante, totalmente atrapado por los artefactos, generando confrontación, en vez de centrarnos en ajustes racionales y remedios inteligentes”.

Ante la triste pobreza que padecemos

No podemos continuar con la angustia de la pobreza que padecemos como especie, tenemos que mejorar el linaje, con otro ánimo de amor más generoso que acreciente ese capital social.

Rectitud y clemencia

Es verdad que nos hemos globalizado, pero por esa ausencia de afecto, hay una fragmentación social que aviva todo tipo de conflictos. No se trata de colonizarnos unos a otros, sino de querernos y sentirnos familia.

Todo nace en nosotros

“Cualquier individuo tiene el innato deber de amarse y el universal derecho a buscar protección, donde sea y cuando sea”

Revitalizar la vida

“Al final, lo que importa no son los caudales monetarios aglutinados, sino una existencia bien asistida y mejor donada, que corrija nuestro comportamiento y regenere nuestros propios hábitos”.

Arrepentimiento y preparación

“Regenerarse para concebirnos constructores de una nueva época, que nos exhorte a entrar en sanación para poder resurgir de nuestras propias miserias mundanas, es retomar a la sensatez sin la camisa de fuerza, desterrado el bochornoso tráfico de armas que sólo alimenta los conflictos”.

Facilitar el cambio

“El corazón humano siempre anhela espacios en los que reine el amor, la confianza  y la quietud en nuestro interior, así como la benevolencia con los demás”.

Hay que dejar de enfrentarse

“La concordia no conoce fronteras, únicamente el egocentrismo y el rencor, hacen territorio para sí y los suyos”

Vías de concordia

Lo trascendente es que nadie prevalezca sobre nadie, sino que se complementen los esfuerzos en los itinerarios vivenciales, con la alegría que suponen las manos enlazadas, a la hora de reconstruir veredas perdidas u olvidadas

El espíritu solidario fraterniza

“Una solidaridad efectiva tiene que desterrar de sus aires la desconfianza y el odio, levantar barreras y fomentar los abrazos de verdad, destronar los frentes mediante una atmósfera de escucha y diálogo permanente, poniendo en primer plano las cuestiones que concilian, por ínfimas que puedan parecernos”. 

La difícil tarea de gobernarnos

Hacen falta gobiernos que aglutinen líderes éticos, pero también gobernados que se afanen en la búsqueda de la verdad y en el amparo para todos

Una apuesta de esperanza saludable

Deberíamos propiciar una década distinta, la de un retorno interior que nos haga mejores ciudadanos. Realmente andamos enfermos de corazón y mente. Debemos mejorar la vida todos, desde el propio linaje al entorno por el que se transita.

Sobre el diluvio de rostros tristes

Dejémonos sorprender por el diario de los andares, hagamos propósito de revisión al final de la jornada y propiciemos que la rectificación de los latidos transforme nuestro débil palpitar

Prioridades en la reconstrucción del mundo

Cada día se nos ofrece una nueva oportunidad para ese canje de actitudes. Cada ciudadano tiene su corresponsabilidad para esa reforma. No es menester guiarnos por los dominadores.

Reconstruir el mundo desde la cultura de la acogida

En multitud de ocasiones nos vendemos al ímpetu ciego del inconsciente, y utilizamos la violencia y el egoísmo como lenguaje, sin considerar que un mal poder utilizado nos retrotrae a épocas ya vividas, pues lo transcendente es que estas enormes olas de cambios, contribuyan a hermanarnos más, a querernos mejor, a considerarnos decentes.

Ilusiones que se desgajan

Hemos de poner más ilusión y veremos como la realidad cambia. Esto no es nada fácil. Claro que no. Persistir en caminos tan contradictorios y crueles, intentando verter otras luces más justas para todos, no es nada sencillo en medio de lo que estamos viviendo,  requiere de saber mirar y ver más allá de lo vivido.