La presidenta del Parlamento regional, Dolores Gorostiaga, ha abogado este miércoles, en el día que el Estatuto de Autonomía de Cantabria cumple 35 años, por adoptar una "actitud de atenta escucha" para "mejorar" o "ajustar" aquellos aspectos de éste "que no han funcionado todo lo bien que se esperaba" o que "ya no se alinean con los nuevos contextos económicos, sociales" y "políticos".
Así lo ha dicho Gorostiaga en su intervención en el acto del 35 Aniversario, celebrado en la tarde del miércoles en el patio central de la sede del Legislativo y ante representantes de las distintas instituciones de la comunidad autónoma, como el Gobierno regional, el Parlamento o los ayuntamientos, así como de otros representantes de la sociedad cántabra.
Respecto a estas mejoras y ajustes del Estatuto a los que ha aludido ha aclarado que "no se trata de desmontar" ni de "socavar los cimientos de justicia, democracia y libertad sobre los que se asienta, sino revisar de forma consensuada" dónde están sus "goteras".
"La incapacidad para el acuerdo se paga siempre muy caro, y el precio es la degradación de las instituciones", ha advertido Gorostiaga
Ante el "remozado" del Estatuto que, a su juicio, se debe llevar a cabo desde el Parlamento regional para que los cántabros sigan considerándolo parte de su identidad al menos durante otros 35 años", Gorostiaga ha hecho un llamamiento a atender, "desde el pacto y la generosidad", las demandas y "pulsión reformista de sectores sociales descontentos con los desequilibrios económicos que ha provocado la crisis".
Y ha advertido que "la incapacidad para el acuerdo se paga siempre muy caro, y el precio es la degradación de las instituciones".
También Gorostiaga ha opinado que en este momento se debe hacer "la pedagogía necesaria para explicar que la democracia y la convivencia, así como las leyes y las instituciones que las articulan, son bienes extremadamente frágiles que requieren del apoyo y del compromiso diario de toda la sociedad".
"La historia e incluso la propia actualidad nos advierte de que, si bajamos la guardia en la defensa de los derechos fundamentales, ponemos en peligro su propia existencia", ha dicho Gorostiaga, que ha alertado de que es "mucho más fácil perder" derechos "que ganarlos".
Para Gorostiaga, actos como el de este miércoles, celebrado en el patio del Parlamento de Cantabria, "son necesarios porque expresan el respeto que le debemos a unas instituciones garantes del período más exitosos en la historia de nuestra Cantabria" y "refuerzan" el "sentimiento de pertenencia a una colectividad orgullosa de su señales identitarias" y "generosa con los que necesitan nuestra solidaridad, vengan de donde vengan".
En este sentido, la presidenta de la Cámara legislativa ha mostrado su "preocupación" al ver "cómo se instalan altos muros que separan a las familias o impiden a la personas buscar mejores oportunidades".
Grupos de Acción Local
El acto del 35 aniversario del Estatuto de Autonomía se ha querido resaltar los Grupos de Acción Local Campoo-Los Valles; Asón-Trasmiera-Agüera; Valles Pasiegos; Saja-Nansa y Liébana, que han estado representados.
A juicio de Gorostiaga, se trata de un "gran proyecto" de desarrollo rural "quizá no suficientemente conocido" en las ciudades pero que lleva más de 20 años "haciendo confluir voluntades y proyectos comunes en las zonas rurales de nuestra comunidad" y que ha sido un "elemento esencial de cohesión territorial" y de "lucha contra el despoblamiento de las zonas rurales".
Gorostiaga ha recordado que el Estatuto de Autonomía contempla y ampara la creación y desarrollo de iniciativas como los grupos de acción local
Como prueba de su alcance real, Gorostiaga ha explicado que estos Grupo de Acción Local actúan en más del 90% del territorio de Cantabria, en el que habitan 126.000 cántabros (el 21% de la población), una extensión que algo que, a su juicio, supone "uno de los retos más importantes".
Gorostiaga ha recordado que el Estatuto de Autonomía contempla y ampara la creación y desarrollo de estas iniciativas, como los grupos de acción local, un proyecto que, según ha recordado, no solo viene impulsado por el Gobierno regional sino también por la UE.
De hecho, ha opinado que este proyecto es "un ejemplo claro, práctico, palpable de que algunos proyectos europeos son perfectamente capaces de salir desde Bruselas y apoyar iniciativas concretas en un pueblo aislado de Cantabria".
Según ha explicado, las iniciativas concretas que se llevan a cabo son las que han decidido, en asamblea, los miembros del municipio y junto a municipios vecinos.
En este sentido, ha reivindicado que estos grupos de acción local llevan 20 años "poniendo en práctica la transparencia y de la participación colectiva como método para afrontar las iniciativas".
"Todas y cada de las estrategias y proyectos concretos que han desarrollado estos grupos han sido fruto de un profundo y extenso proceso de participación por parte de todos los agentes del territorio", ha destacado.
Ha señalado que, a través de estos proyectos, se ponen en marcha "instrumentos que fomentan la creación del empleo como paso imprescindible en la lucha permanente contra la despoblación y en favor de la conservación del paisaje y del medio ambiente".
Gorostiaga ha aprovechado el ejemplo del proyecto de los grupos de acción local para recordar algunos de los "logros" que, a su juicio, ha supuesto la UE en un momento, a su juicio, "oportuno" en el que algunos ciudadanos "se cuestionan si el proyecto europeo ha tenido beneficios concretos".
Gorostiaga, que ha reconocido que ha podido existir "un déficit de explicación a la hora de destacar el papel esencial que ha jugado la Unión Europea en el desarrollo de infraestructuras básicas españolas", ha opinado que se está entrando en un "escenario crucial" en el que hay que decidir si se permite "una Europa fraccionada en cientos de reinos de taifas, en una suerte de nuevo-medievo o seguimos apostando por la colaboración que inspiró a los primeros europeístas".
Para la presidenta del Parlamento, lo que sí es "evidente" es que hay que "olvidarse de la Europa de las Naciones, e incluso de la Europa de los burócratas, para empezar a pensar en la Europa de los Ciudadanos y sus derechos individuales".
Y es que, a su juicio, el proyecto inicial y el modelo de UE, aunque "ha permitido el mayor espacio de libertad y desarrollo nunca conocido, presenta síntomas de claro agotamiento que no podemos soslayar", es "revisable y mejorable".
Ha alertado de que, "tras la crisis económica que ha golpeado a las clases populares, los nacionalismos ganan terreno frente a esa utopía política y amenazan con desmontarla, seguramente sin calcular las consecuencias".
