sábado. 27.04.2024

Hay momentos que se quedan grabados en la mente de las personas, y muy pocos son capaces de afectar a toda la sociedad. Pero la COVID-19 ha conseguido lo imposible: que cada persona recuerde ese primer día en el que fue confinada y su vida cambió para siempre.

Han pasado ya 13 meses desde aquel 14 de marzo cuando la presencia y la expansión de este nuevo virus invadieron conversaciones, residencias y casas de todo el territorio nacional. Las vidas perdidas también son parte de lo que la COVID-19 ha dejado en la memoria de todos aquellos que han estado presentes en esta etapa que ha tenido una repercusión a nivel mundial. 

El año 2020 se cerró como uno de los peores para una sociedad que comenzaba a recuperarse de la crisis de 2008. Pero todo volvió, y es que el coronavirus trajo consigo una crisis sanitaria que derivó en una nueva crisis económica que ha dejado tras de sí miles de muertos y de negocios, de cualquier sector, en una deriva absoluta.

Después de ese primer Estado de Alarma, y tras un verano donde el turismo se vio envuelto en una “nueva normalidad”, España volvió a registrar los primeros casos de la segunda ola de la COVID-19 cuando esta etapa estival llegó a su fin. Ante el gran incremento de casos que se produjeron, el Gobierno decidió decretar un segundo Estado de Alarma con una duración de seis meses.

Desde entonces España ha pasado la segunda, la tercera, y ahora se encuentra en una cuarta ola que, al igual que las anteriores, ha destruido todo lo que ha podido a su paso. Pero parece que las vacunas, aun en medio de la confusión que algunas de ellas están generando, están trayendo poco a poco la recuperación que todo el territorio nacional necesita.

“No tenemos capacidad para impedir la movilidad de unos territorios con otros”

Sin embargo, esta cuarta ola en la que se encuentran todas las comunidades autónomas continúa en auge, y el pico de contagios de COVID-19 cada día es más variable e indeciso. No obstante, tal y como plantea el Gobierno, el próximo 9 de mayo el Estado de Alarma vigente en España finalizará para dar paso a una nueva etapa.

En este sentido, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha declarado esta semana que "si no hay Estado de Alarma, no hay capacidad de que un presidente pueda confinar un territorio. Eso es lo que yo entiendo y, por lo tanto, yo ya estoy en la idea de que el día 9 Cantabria quedará libre".

De esta forma, el líder del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), ha remarcado que cuando este Estado de Alarma desaparezca, los presidentes de las diferentes comunidades autónomas “no tenemos capacidad para impedir la movilidad de unos territorios con otros”. “Es lo que me dicen a mí los jurídicos", ha asegurado.

Este medio ha podido hablar con alcaldes de diferentes municipios de Cantabria que cada año acogen a turistas y nuevos visitantes que acuden a la Comunidad Autónoma. En este contexto, las diferentes opiniones entre estos políticos son destacables, puesto que mientras unos optan por comenzar a abrir la comunidad, otros se muestran más reticentes a este fin del Estado de Alarma.

“La apertura de Cantabria puede ser de gran ayuda para muchos sectores”

Por un lado, Sergio Abascal, alcalde de Santoña, uno de los primeros municipios que fue confinado en la región cuando acabó el verano, dice que “afrontamos la apertura de las comunidades con algunas dudas porque no sabemos cómo va a ser este final del Estado de Alarma”. A ello ha añadido que desconoce “qué medidas se van a poder acordar cuando finalice este decreto”.

No obstante, Abascal ha señalado que “el día en el que se abriesen las comunidades tenía que llegar en algún momento”, a la par que ha destacado que “lo fundamental es intentar que la población esté lo más inmunizada posible”.

“No podemos permanecer de forma permanente en esa situación. Necesitamos reactivar la economía. Es cierto que prima la salud, pero los negocios no pueden seguir así. La apertura de Cantabria el próximo 9 de mayo puede ser de gran ayuda para muchos sectores”, ha asegurado.

El alcalde de Santoña también ha comentado que “hay muchos sectores que han salido terriblemente dañados de las consecuencias que ha traído consigo la pandemia, y con la finalización del decreto del Estado de Alarma van a tener un respiro”.

Miguel Ángel Ruiz Lavín, alcalde de Noja, muestra una opinión bastante diferente de la de Abascal. En su caso, dice que “veo necesaria la apertura de Cantabria puesto que tenemos una dependencia brutal de las comunidades limítrofes, pero entiendo que las circunstancias sanitarias ahora no lo permiten”.

“Es muy complicado abrir Cantabria con el número de contagiados que tenemos”

Lo cierto es que los casos de COVID-19 en la región son una cuestión de gran preocupación en los hospitales cántabros, que ya han empezado a advertir de nuevo de la necesidad de extremar las preocupaciones ante la expansión de esta nueva ola en la comunidad. 

En esta situación, Ruiz Lavín dice que no sabe “lo que acontecerá a partir del 9 de mayo, pero creo que es muy complicado abrir Cantabria con el número de contagiados que tenemos”.

Así, ha dicho que “los vecinos de otras comunidades autónomas que acuden a Noja cada año son bienvenidos, pero creo que la situación pandémica que tenemos ahora mismo no nos ofrece garantías para podernos desplazar”.

“Hay que conjugar economía y salud”

José Manuel Igual, alcalde de Arnuero, ha comentado que “hay que conjugar economía y salud”, pero también ha comentado que “hay que respetar los criterios técnicos que se han ido siguiendo desde el principio”.

“Vamos a seguir lo que nos digan las autoridades, que al final son las que conocen por completo la situación y toman decisiones acordes a lo que más le convenga a Cantabria”, ha destacado Igual.

Desde el inicio de la pandemia, los diferentes actores políticos de España se han visto involucrados en una lucha constante entre ellos para adoptar las que, a su juicio, eran las mejores medidas para que las diferentes comunidades autónomas pudiesen continuar en una nueva normalidad. 

No obstante, los políticos cántabros han coincidido en que “hay que seguir lo que las autoridades crean más conveniente”, y, mas allá de sus opiniones sobre la situación epidemiológica, se han mostrado a favor de “continuar con las recomendaciones de los expertos”.

El Estado de Alarma era un instrumento jurídico poco conocido por la sociedad hasta el pasado mes de marzo de 2020. Ahora, esta palabra y todas las medidas que puede traer consigo son conocidas en todo el territorio nacional. España, que ha vivido dos estados de alarma, se enfrenta a un verano marcado por la incertidumbre y el deseo de que las vacunas traigan la salvación y la recuperación a un país decaído.

El 9 de mayo va a ser el inicio de una nueva etapa que puede estar marcada por un incremento de la incidencia o de un momento de recuperación en todas las comunidades autónomas. 

Ahora que el confinamiento perimetral va a acabar, los diferentes alcaldes abogan por la coherencia y la prudencia para que las comunidades no se vean envueltas en nuevas olas que arrasen con todo.


 

“Tenía que llegar en algún momento el día en el que se abriesen las comunidades”
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