viernes. 26.04.2024

Siempre Federico

Federico ha estado siempre en mi viaje, desde los primeros versos que recuerdo en la voz de Paco Ibáñez y aquel caballito con su jinete muerto a las tardes de palmas con los amigos y el verde que te quiero verde de fondo

Pronto descubrí que me gustaba viajar y así he pasado media vida, viajando de Comala a Macondo, de Shangri-la a Nunca Jamás. Viajo acompañado por el joven principito, por el mayor de los Buendía o por un tal Gregorio Samsa,  pero siempre, antes de llegar a la Barataria de turno me detengo un rato para hacer escala en Fuente Vaqueros para allí tomar aliento y rendirle honores a su poeta.

Federico ha estado siempre en mi viaje, desde los primeros versos que recuerdo en la voz de Paco Ibáñez y aquel caballito con su jinete muerto a las tardes de palmas con los amigos y el verde que te quiero verde de fondo, tardes de verano repletas de humo y risas en las que Camarón ponía voz a la leyenda del tiempo y junto a Ketama o Manzanita convertían a Federico en el hilo musical de nuestra juventud.

Federico, uniendo palabras de esa forma mágica solo al alcance de los grandes genios, siempre ha formado parte de la banda sonora de mi vida, recuerdo grandes noches de farra con la voz ronca de Kutxi Romero recitando su ciudad de los gitanos y también noches en vela acunando a mis hijos mientras les cantaba una nana de dos pobrecitos lagartos que perdieron su anillo plomado… Siempre Federico, a veces hasta sin saberlo.

Federico, uniendo palabras de esa forma mágica solo al alcance de los grandes genios, siempre ha formado parte de la banda sonora de mi vida

Federico nos ha acompañado siempre a todos. Si eres de Páez te gustará el “Romance de la luna negra”, si eres de Amancio Prada su “Gacela del amor desesperado”, si eres de Miguel Poveda su “no me encontraron”, incluso si prefieres a Leonard Cohen seguro que tarareaste a Federico al ritmo de “Take This Waltz”… Federico ha estado siempre, desde la Argentinita a Extremoduro pasando por el recuerdo de mitos como The Clash o The Pogues y esto es porque Lorca es algo más que un escritor, es arte, es rabia, es pasión, es genialidad, es la música de un país donde perdieron la guerra los poetas y donde los que ganaron quisieron tapar con tierra las heridas aún sangrantes… “Mataron a Federico cuando la luz asomaba, el pelotón de verdugos no osó mirarle la cara” decía Machado porque así, de esa forma tan española, acababa la historia del más grande de nuestros poetas.

La memoria de Federico es mezcla de orgullo y vergüenza, es la cuenta pendiente de una sociedad que ha sido capaz de sacar del valle la momia del dictador, pero no es capaz de encontrar los huesos de su poeta. Único entre miles y uno más de los miles. Federico es nuestra historia más dolorosa, nuestra cuenta pendiente, nuestro motivo para seguir buscando, la página del libro que tenemos que tener siempre abierta y la que tenemos que cerrar para siempre.

 

Siempre Federico
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