viernes. 26.04.2024

La novela negra de la política española

Hay que agarrarse al positivismo antropológico, quizás todo existía y ahora la transparencia nos enseña esa parte que ha estado oculta tanto tiempo, y los ciudadanos tenemos más datos que nunca para tomar nuestras decisiones.

Si alguien quisiera escribir una novela negra sobre la política española, sin duda uno de sus protagonistas sería el más famoso comisario de todos los tiempos de nuestras fuerzas de seguridad del Estado, el Sr. Juan Manuel Villarejo. Desde noviembre de 2017 lleva en la cárcel de Estremera con demasiadas causas pendientes, pocos han cantado tanto en el exterior metidos entre rejas, marcando la actualidad,  donde no hay asunto turbio que se precie en el cual no estén presentes él y sus secuaces amigos.

La trama Gürtel donde tantos personajes han salido de una boda y tantas noticas ha generado, que acabó con la vida política del propio presidente Mario Rajoy, con Bárcenas y compañía de colaboradores necesarios, sería uno de los capítulos destacados de está novela. El Comisario estaba en el germen del nacimiento del caso tanto por quien lo impulsaba como por quien lo tapaba, donde la corrupción podía correr por sus hojas como lo hacía por nuestras instituciones. Ahora se destapa otro apartado no menos interesante, la del todopoderoso BBVA, sus manejos internos y externos para hacerse con el control de uno de los principales bancos de España. Es un espionaje de sainete, como el capítulo de los sapos y culebras del Ministro Sebastián, donde la realidad y ficción se difuminan, la exvicepresidenta Teresa de la Vega no sale bien parada y mucho menos el omnipotente banquero Francisco González. "El gran Paco", el que durante tantos años nos dio clase de ética y economía, "el Rato de los banqueros" que sigue siendo presidente de la fundación del BBVA, aunque era una de las principales manos que mecían la cuna, y no tenía ningún escrúpulo en usar todo tipo de artimañas y coacciones para conseguir sus fines, al menos eso parece deducirse de las transcripciones del Comisario, que más parecen actas de los actos inconfesables de nuestra clase dirigente durante décadas y décadas.

Ni la monarquía se ha escapado a los tentáculos de este señor, de gorra madrileña y gafas compradas en el rincón del espía

Quién se acuerda ya del famoso ático del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, aquel que era de su mujer y con testaferro americano,  después de lo visto ha sido uno de los problemas menores de este señor, pillado con las bolsas de plástico trasladando millones por América del Sur. Por no hablar de la Operación Cataluña, esa era una de espías al servicio del Estado con el CNI, aquí no está muy claro cuál era el interés, los Pujol, los independentistas, los jugadores del Barça, ... había de todo con aquel "Método 3". Qué decir del "Pequeño Nicolás" aprendiz de brujo y hoy casi olvidado, nos dio días de gloria en los medios, sus conexiones con políticos y empresarios, ... y siempre, siempre, detrás o delante, vayan Uds. a saber, estaba nuestro famoso Comisario.

Ni la monarquía se ha escapado a los tentáculos de este señor, de gorra madrileña y gafas compradas en el rincón del espía, esas conversaciones con la señora Corina, donde salen a luz las vergüenzas de un monarca que se distraía demasiado de los asuntos de Estado, y la fama de pensar con más de una cabeza le precedía, tanto vendernos la bondad del personaje, que al rascar un poco salen cuentas allá donde los muy patriotas guardaban el "Oro de Moscú". Chungo también son las cintas con el exmagistrado Baltasar Garzón y la Ministra fiscal... donde se cuentan tantos delitos, que podían estar imputados, ahora investigados, miembros de la Audiencia Nacional y Consejo General del Poder Judicial, donde lo más cutre y lo más sórdido de nuestra justicia se enseña, duelen a la razón y a la ética las palabras de alguien que hoy todavía continúa siendo Ministra de Justicia.

Lo cierto es que nos están dejando un país, citando a  D. Alfonso, que "no lo conoce ni la madre que lo parió"

Hay acciones dignas de "La Cosa Nostra", la doctora Pino apuñalada que reconoce al propio Comisario como autor, siendo por encargo de un importante empresario y amigo de nuestros actuales monarcas, "compiyogui de la reina". La Operación Kitchen "la caja B del PP" con asalto e intento de secuestro de la mujer e hijo del propio Bárcenas incluido, buscando los famosos "pendrives" y discos duros... La afición a nuestro personaje le viene de lejos, los encargos de unos y otros son todo un vodevil donde el propio Comisario estaba contratado a la vez, por los del PSOE para que espiara a los del PP, y por los del PP para que espiara a los del PSOE.  Esto en manos de algún experto escritor nos partiríamos la caja, o nos podían caer lagrimas como melones.

Que un personaje así y quienes en la sombra mueven los hilos sean los que manejan la actualidad de un país es delirante, siguen amenazando con "tirar de la manta", pero lo es más la actitud de nuestros responsables políticos donde parece que hay mucho miedo, que les tiemblan las piernas cuando este Comisario está por medio. Nadie se explica como no hay las investigaciones correspondientes en el Congreso, cuando estamos hablando de atentados contra principios constituciones y contra las instituciones más importantes del propio Estado, donde cada vez que se dice que no se admiten chantajes, suena menos creíble. Qué decir de esa parte de la justicia, su lentitud y permisividad, donde desde la cárcel o a través de amigos se está expandiendo el olor de las cloacas a través de los medios de comunicación.

Entre lo que sale de ese turbio submundo y lo que hacen muchos de nuestros representantes en sus partidos, entretenidos apuñalándose por dentro y por fuera, algunos se parten y subdividen buscando la diferencia en el color de las pestañas, donde lo importante es "¿qué hay de lo mío y en qué puesto voy?", y lo de menos es a los que dicen representar. Cuando tanto intolerante ha salido debajo de las banderas, cuando cuentistas de viejo cuño se rompen las vestiduras por unos presupuestos como el estudiante que no ha hecho los deberes y ahora se queja cuando ve las notas, ... lo cierto es que nos están dejando un país, citando a  D. Alfonso, "no lo conoce ni la madre que lo parió".

Por ello, hay que agarrarse al positivismo antropológico, quizás todo existía y ahora la transparencia nos enseña esa parte que ha estado oculta tanto tiempo, y los ciudadanos tenemos más datos que nunca para tomar nuestras decisiones. Realmente puede ser la novela negra sobre la política en España en los últimos años, lo más inquietante a pesar que haya mucho presunto, sin embargo no parece una novela, sino la realidad de un sistema con síntomas de descomposición.

La novela negra de la política española
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