En noviembre de 2015, el número 357 de la revista Quercus publicó un censo independiente que destapaba la realidad del lobo ibérico en la RRC (Reserva Regional de Caza) Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora. El estudio, impulsado por el proyecto Lobisome Naturaleza, reflejaba el “declive” de la población y la “incompetencia” en la gestión de la especie en Castilla y León, así como la “ausencia de rigor científico” en las estimas oficiales de población de lobo ibérico, que estarían siendo infladas con la “evidente pretensión de intensificar su persecución legal”. “Las estimas de población lobera se siguen sobredimensionando para aumentar los cupos de caza al norte del Duero y para buscar que la Unión Europea autorice a matar lobos al sur del Duero”, asegura a eldiariocantabria Carlos Soria, fundador de Lobisome, técnico especialista en seguimiento de fauna salvaje y coautor del censo.
“Estudios demuestran la pérdida de variabilidad genética que sufre el lobo ibérico y cómo su caza agrava este proceso”
Soria sigue convencido de que el modelo de aprovechamiento cinegético que se practica en Castilla y León “no permite asegurar a largo plazo las poblaciones de lobo ibérico”, pues “estudios demuestran la pérdida de variabilidad genética que sufre el lobo ibérico y cómo su caza agrava este proceso, empujando a nuestra subespecie endémica al abismo de la extinción”, apunta el naturalista, que tras la “desconfianza” generada por aquel estudio, exigió, y sigue exigiendo, al Ministerio de Medio Ambiente cuestiones como la “prohibición inmediata” del aprovechamiento cinegético del lobo en Castilla y León y la “estricta protección legal” del lobo a nivel estatal –“como sucede en Portugal, Francia o Italia”–, la “desaparición” de la figura de la RRC en Castilla y León “por representar auténticos cortijos al servicio exclusivo de la práctica de la caza, despreciando el interés general que supone la conservación del patrimonio natural” o “invalidar los resultados del último censo autonómico en Castilla y León, convocando un nuevo sondeo de la población con equipos independientes y de avalada competencia científica que demuestren permanecer al margen de intereses políticos, sectoriales o personales”.
“Durante tres meses dedicamos todo nuestro tiempo y esfuerzo a recorrer más de 400 kilómetros a pie, a lo que hay que sumar incontables horas de trabajo de campo y de gabinete, pero aquel estudio nos sirvió para demostrar que la Junta de Castilla y León manipula las estimas de población lobera”, asegura Soria, para quien “enfrentarse al caciquismo local, a la mafia cinegética, a los que imponen la cultura turística de safari y ceba de lobos y a una Administración lobocida tiene consecuencias, pero las usamos como revulsivo para actuar con más fuerza moral, porque nuestra convicción es firme y hagan lo que hagan, no nos callarán”.
“En los censos realizados en España las estimas del tamaño de los grupos son un 30-50% superiores a las empleadas internacionalmente”
Los lobos tienen grandes áreas de campeo, por lo que no son fáciles de contabilizar. Y, en un informe pericial elaborado para acciones judiciales emprendidas por el Partido Animalista PACMA, Soria destaca que “en los censos realizados en España las estimas del tamaño de los grupos de lobos ibéricos son entre un 30 y un 50% superiores a las empleadas internacionalmente”, pues “se contabilizan teóricamente los cachorros en época reproductora y no se considera la mortalidad de los mismos en sus primeras etapas, aunque hasta el 34% de los cachorros pueden morir incluso en ambientes no humanizados”. Así, insiste en que “en España los censos de lobos se inflan para aumentar la asignación de los cupos de caza”, por lo que considera “imprescindible” establecer una metodología sólida que se ejecute correctamente por personal cualificado e independiente.
El técnico especialista en seguimiento de fauna salvaje denuncia un “empeño de intensificar la persecución legal del lobo”, traducido en las “reiteradas reclamaciones” de autoridades españolas en el Parlamento Europeo “para retirar estatus legal al lobo ibérico”, y asegura que la “manipulación de las estimas”, es decir el aumento de su peso demográfico y de su distribución geográfica, es la particular respuesta española a “la exigencia por parte de las autoridades europeas de una justificación técnica para autorizar sus pretensiones”.
Carlos Soria | Lobisome
