El accidente de autobús del pasado 31 de julio en la subida a los Lagos de Covadonga que dejó varios heridos de diversa consideración y cuyo origen se desconocía, se produjo por una "ejecución incorrecta de la maniobra" del conductor del vehículo de transporte público.
Esa es la conclusión a la que ha llegado la Guardia Civil tras finalizar la fase de instrucción de la investigación. El Instituto Armado no le imputa delito alguno al conductor del autobús.
Los agentes tomaron declaración a seis personas: el conductor y cinco testigos de los hechos.
"El accidente fue derivado de una ejecución incorrecta de la maniobra de cruce con otro vehículo, al orillarse demasiado a la derecha. La maniobra correcta debería haber sido la detención del autobús e incluso la marcha atrás hasta un lugar con una anchura de la calzada segura para el paso de dos vehículos", dicta la conclusión de las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil.
Ha resultado una investigación minuciosa y muy técnica que se ha demorado tanto en el tiempo debido a la gestión de gran cantidad de información, así como analizar el propio vehículo, el tacógrafo y tomar declaración a los testigos, añade la Guardia Civil.
