Un estudio de Instituciones Penitenciarias con datos entre 2009 y 2019 ha situado la tasa general de reincidencia en el 19,98%, reflejando que, entre los presos que reincidieron, el 41% de los condenados por violencia de género repitió este mismo delito al salir de prisión. De los condenados por robos y hurtos, el 76% reiteró esta misma tipología, por el 30% en los de seguridad vial; en el lado opuesto, los de homicidio que reincidieron fueron un 6,55%.
De esta forma, el estudio refleja que de los 19.909 personas que fueron excarceladas en 2009, un total de 3.978 reincidieron. De estos, 423 lo hicieron por delitos de violencia de género: 176 (41,60%) reiteraron el mismo tipo delictivo, mientras que otros 247 presos cometieron otro tipo de delito al margen de la violencia de género.
Los datos forman parte de un informe "pionero" presentado este viernes en el centro penitenciario de Burgos por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que permite establecer un perfil de la persona que reincide: hombre de nacionalidad española y con una edad comprendida entre los 31 y los 50 años. La tasa es sensiblemente inferior entre extranjeros que españoles.
Para obtener estas cifras, la Central Penitenciaria de Observación, órgano dependiente de Instituciones Penitenciarias, ha trabajado sobre las 19.909 personas que fueron excarceladas en 2009, y no sobre una muestra. A partir de ahí, ha procedido a estudiar cuántas reingresaron en prisión en los siguientes diez años -hasta 2019- para cumplir condena por un delito cometido tras su puesta en libertad, dando la cifra de 3.978 presos.
Grande-Marlaska se ha congratulado de que el sistema penitenciario consiga una "nota muy alta". "El 80,02% de los internos que cumplen su condena y alcanzan la libertad no vuelven a prisión por haber cometido nuevos hechos delictivos", ha señalado el ministro, que ha apostado por "reducir todavía más" la cifra de quienes no vuelven a delinquir al ser excarcelados.
El estudio observa la relevancia del espacio temporal en el que se concentran las tasas más altas de reincidencia. Más de la mitad de las personas que vuelven a cometer un delito penado con prisión lo hace en el transcurso de los tres primeros años tras su puesta en libertad. Ocurrió con el 53,01% de los reincidentes.
