La Plataforma contra el 'superpuerto' de San Vicente de la Barquera ha instado a la Consejería de Obras Públicas a "abandonar la tozudez", tras la anulación del proyecto por parte del Tribunal Superior de Justicia (TSJC) y a "resolver los problemas reales" de Cantabria.
En un comunicado, la plataforma ha recordado hoy que desde que en 2017 se fraguó la ampliación del puerto barquereño "sobrepasando los límites razonables en términos sociales, económicos y sociales", encontró el rechazo de entidades como Ecologistas en Acción, que interpuso la denuncia; Izquierda Unida, que elevó el asunto al Congreso de los Diputados y el Parlamento Europeo; o Cantabria No se Vende y ARCA, que, junto a las anteriores entidades y otras, además de personas a título individual, conformaron la Plataforma y se movilizaron.
Una vez esta semana el TSJC ha anulado la resolución por la que en enero de 2019 se aprobó el proyecto del nuevo puerto deportivo de San Vicente, al considerar acreditado que su construcción causa perjuicios en la integridad del Lugar de Interés Comunitario (LIC) de las Rías Occidentales y Dunas de Oyambre y en la Zona de Especial Conservación (ZEC) del mismo nombre, la Plataforma espera que Ayuntamiento y Gobierno "respeten la decisión judicial", y lamenta "el perjuicio en tiempo, recursos y molestias que la mala gestión de Obras Públicas ha causado y está causando a los barquereños".
El colectivo entiende como "lógica y justa" la sentencia del Contencioso Administrativo
El colectivo entiende como "lógica y justa" la sentencia del Contencioso Administrativo y ha subrayado que "todas las molestias que ha causado y pueda causar el asunto del nuevo puerto" sobre la población local han sido "evitables", porque "desde el principio se ha alertado de la ilegalidad de la infraestructura".
"La Consejería y Gochicoa han ignorado deliberadamente todas las advertencias desde hace años", han añadido en relación al titular de Obras Públicas.
Al respecto, la Plataforma ha instado al consejero, tras "el varapalo de la sentencia", a tratar de resolver los "problemas reales" de los barquereños y los cántabros, "los que les afectan actual y directamente", en lugar de "seguir recurriendo por proyectos propagandísticos y quimeras electoralistas que solo causan desgaste en el personal de la propia Consejería y molestias a los vecinos de Cantabria".
