¿La naturaleza está en equilibrio? Él diría que no. Está, siempre está buscando el equilibrio y eso es lo que llamamos evolución. Un sinónimo que explica la evolución es la palabra movimiento, es decir, la naturaleza está en constante movimiento en busca del equilibrio. Entonces por qué somos tan inmovilistas, ¿por qué nos negamos y luchamos contra la evolución?
Desde que el ser humano existe la naturaleza ha ido cambiando en todos sus campos, ya sean geológicos, atmosféricos o biológicos, y lo sigue haciendo pues es la gran buscadora del equilibrio, y menos mal que nunca lo consigue pues este sería el fin de su existencia.
La biodiversidad es riqueza, la naturaleza es muerte y vida, es cambio, es movimiento, es evolución
Andrés este concepto lo tenía muy claro, por ello era un defensor acérrimo de no intervenir en los espacios que puntualmente recibían una alteración en un corto espacio de tiempo no acordé al movimiento (evolución natural) de ese área. Era consciente que la acción del equilibrio natural sería rápida en el tiempo natural (no tanto en nuestro tiempo de vida humana), volviendo a alcanzar el ritmo de movimiento (evolución) que tenía antes de esa intervención.
Por ello, al ver la actuación que se hacía en el área de Morero, se volcó en dar a conocer el destrozo que se empezaba hacer y se hizo en gran medida, pese a su intervención. Era triste para él ver que la historia se repetía, ya que esta área (marisma) sufrió una agresión que cambió su estado físico y biológico en aras de un progreso (minería) y una cultura (siglo XIX y parte del XX), donde esos espacios marismeños se consideraban insalubres. Dicho de otra forma, malos para nuestra salud y focos infecciosos. Ahora la actuación no tenía esas connotaciones, más bien se intuyen de supervivencia económica y política de ciertas instituciones u organismos y por qué no, de una formación cultural confusa y manipulada de lo que es la naturaleza.
Este espacio de Morero era un espacio que evolucionaba a gran ritmo, buscando ese equilibrio natural en movimiento lento de las áreas no intervenidas. Es cierto que lo hacía mediante especies introducidas que se habían adaptado mejor a ese cambio sufrido y que estaban propiciando que ese espacio fuese generando un biotopo acorde al nuevo medio físico. Biotopo que existe en las inmediaciones no intervenidas. Esas especies traídas de forma artificial que denominamos invasoras y que sirven de escusa para intervenir en su erradicación, produciendo un desastre como en épocas anteriores, sin grandes estudios previos y observación de su evolución. Dan lugar a un proyecto que convierten el área en zona de esparcimiento humano, con su consecuente mantenimiento y empobrecimiento de la biodiversidad natural que existía. Sin ser conscientes de que la búsqueda del equilibrio natural de la zona iba arrinconando estas especies denominadas invasoras y conviviendo con otras nuevas más conocidas por su implantación en nuestra cultura, a las que llamamos autóctonas.
Mi compañero Andrés diría autóctonas para nosotros hoy, pero en tiempos anteriores fueron invasoras, como nosotros.
La biodiversidad es riqueza, la naturaleza es muerte y vida, es cambio, es movimiento, es evolución.
Hay hombres que se mueven, que evolucionan, Andrés era uno de ellos.