viernes. 26.04.2024

El otoño y el miedo al olvido

Lo peor es que sirve de excusa para todo, vale para enfrentamiento político, bueno, también es verdad que para eso vale todo, pero aquí llega a límites del absurdo difíciles de igualar.

¡Cómo nos ha cambiado la vida en poco tiempo!. Echar la vista hacia el pasado y recordar como vivíamos con el estado de alarma nos hace  querer olvidarlo lo antes posible, quizás por el propio miedo a que esas situaciones se repitan.

El dichoso virus se come todo, parece que todo gira entorno al mismo. Cuando uno ve las noticias a veces es un monográfico sobre cuántos casos por provincias, comunidades, por países, cómo afecta a los diferentes sectores, y las negras previsiones de un futuro lleno de nubarrones, con el acompañamiento  de la publicidad y el tiempo...

Lo peor es que sirve de excusa para todo, vale para enfrentamiento político, bueno, también es verdad que para eso vale todo, pero aquí llega a límites del absurdo difíciles de igualar. Los que hace cuatro días clamaban por la pérdida de libertades del estado de alarma, hoy se tiran al cuello del gobierno por abandonar a su suerte a las CC.AA., en definitiva a los ciudadanos, y a sensu contrario, los que antes defendían el estado de alarma, ahora defienden con la misma convicción lo contrario. El caso es dar la razón al amado líder y al partido correspondiente. 

El virus nos ha cambiado la vida sin duda, y nos ha puesto más dificultades en nuestro camino, pero eso no puede servir de excusa para quedarnos quietos, para echarle la culpa de todo lo que pase, y mirar a nuestro alrededor desde las instituciones como si esto fuera un problema individual, donde cada uno se busque la vida como pueda.

El virus nos ha cambiado la vida sin duda, y nos ha puesto más dificultades en nuestro camino

El jueves pasado con mi amigo Ciriaco fui a una de las cientos de reuniones que hemos tenido con representantes del Gobierno de Cantabria, para ver si de una puñetera vez, y después de más de dos décadas, de cientos de promesas y de decenas de resoluciones de todas las instituciones, Ayuntamientos, Gobierno y Parlamento de Cantabria, Defensor del Pueblo, Senado, Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, ... pidiendo que acabe la injusticia con los afectados por las sentencias de derribo, donde quien ha cometido los ilícitos y errores son las propias Administraciones Públicas y quienes sufren una condena interminable son cientos de familias,veíamos algo de luz. 

La reunión con representantes del Gobierno de Cantabria y del Ayuntamiento de Argoños, nos recordaba las que habíamos tenido hace más de 15 años repitiendo casi milimétricamente el mismo repertorio, las mismas posiciones, las mismas promesas, todo estará solucionado, el lunes te lo llevo.... Incluso en el colmo del absurdo había quien justificaba que un equipo redactor del PGOU del segundo ayuntamiento más pequeño de Cantabria, apenas 5,5 Km se llegara a exponer públicamente 4 veces, por los cambios que en el mismo se iban introduciendo. Vamos ni que fuera el PGOU de Santander, ver a las instituciones enfrascadas y enfrentadas por dónde iba la cuota 50, las rasantes después más de 10 años y más de 6 con el último equipo redactor es simplemente descorazonador, por no hablar de lo que se mueve entorno a estas Administraciones públicas, donde se puede luchar por tener la razón a degüello, dejarse el alma por una coma, un punto, pero donde la realidad y el problema principal hace ya muchos años que se ha perdido de vista, dar soluciones a todos los ciudadanos.

Incomprensiblemente, ese pequeño pueblo tiene más del 20% de su suelo urbano con sentencias de derribo, siendo en el 95% del mismo un suelo urbano consolidado, esto es, si se derriban las 255 viviendas con sentencias de derribo, en el mismo lugar posiblemente se puedan llegar a construir más de 300, y eso lo sabe el equipo redactor, el ayuntamiento, el gobierno e incluso la misma justicia. En una ceremonia del absurdo, se sigue dilatando el problema, se sigue sin aprobar ese PGOU para que se pueda llevar simplemente a los jueces, que en un estado de derecho son los que nos indican que culple la legalidad vigente, y aquello que no queda más solución que el derribo pues se indemniza, se da una vivienda de sustitución, pero se acaba, antes de que este problema acabe con todos nosotros..

Se puede hablar del aspecto económico, y ver como por falta de actuaciones, de trabajo, de eficacia, de responsabilidad, los ciudadanos de Cantabria llevan años pagando largos procesos judiciales, PGOU-s que nunca acaban de ser resueltos. Los ayuntamientos afectados, con la salvedad de Arnuero que a través de las viviendas de sustitución ha sido capaz de dar una solución, los demás siguen años y años dilapidando los recursos de todos, y llenando de zozobra la vida de cientos de familias.

Sobre esto se puede escribir, no ya un libro, que por cierto con el título de "casas de papel" no acaba de ver la luz, ya que esto es la historia de una injusticia interminable, donde no hay manera de escribir el capítulo donde se acabe con el sufrimiento de tantas personas, y se recupere la legalidad vigente en una zona de especial protección de nuestro territorio. 

Una vergüenza institucional de tal magnitud, que solo el hecho de que tantas veces se haya puesto de manifiesto, y otras tantas nos hayan afirmado que eso estaba  solucionado o en vías de solución, ello ha sido un somnífero a toda la sociedad, donde muchos creen que ese problema ya no existe, que es algo del pasado.  Es verdad, es algo del pasado, incluso del siglo pasado que seguiremos soportando por ineptitud, por desgana... por el mirar a otra parte de los principales responsables, entre ellos sin duda nuestro presidente Miguel Ángel Revilla. Él tan cercano con los desfavorecidos, y tan lejos de estas familias que soportan las consecuencias de las acciones tomadas por él, por sus gobiernos, y por aquellos que desde los ayuntamientos afectados no son capaces ni de solucionar el problema, ni de levantar la voz ante tan gran injusticia.

Presentamos una iniciativa para que al menos por un año el Gobierno de Cantabria asuma las competencias de urbanismo de Argoños

Después de la citada reunión nos fuimos al Parlamento de Cantabria, lugar donde tantas veces nos han apoyado, nos han escuchado, incluso han visto nuestras lágrimas desde la tribuna de invitados, y que sus numerosas resoluciones pidiendo soluciones son papel mojado para el Gobierno y los ayuntamientos. Allí presentamos una iniciativa para que al menos por un año el Gobierno de Cantabria asuma las competencias de urbanismo de Argoños, de ese pequeño pueblo al que hay que ayudar, porque ya se ha demostrado que no tienen medios, ni fuerza, ni... para salir, para dar soluciones al grave problema, para simplemente acabar y presentar ante los jueces un PGOU.

Estuvimos con el Presidente del Parlamento de Cantabria, Joaquín Gómez, y recibimos ese apoyo que siempre se agradece, con la mayoría de los portavoces de los grupos parlamentarios, al menos a los que encontramos en sus despachos y percibimos en su cara la expresión de "otra vez esta gente por aquí, y seguimos igual..."

En el patio los operarios preparaban el lugar para dar el último adiós a Jaime Blanco, persona fundamental en el desarrollo de nuestra Comunidad Autónoma y sobre todo como guía de los socialistas durante muchos años. Recordaba a los portavoces de los distintos partidos que tantas veces desde esa tribuna del Parlamento han defendido una solución para los afectados y que lamentablemente ya han fallecido: Martín Berriolope, aseguraba que cada vez que nos veía le entraban sudores por la injusticia que sufríamos, Rafael de la Sierra una de las personas que más nos ayudó y apoyó; y estos días Eduardo Van de Eynde que incluso ya con su enfermedad muy avanzada tenía palabras de ánimo para nosotros.

Nunca hemos querido dar pena, simplemente hemos pedido que se haga justicia

Por otra parte, relatar los amigos de AMA que se nos han ido en este tiempo sería una lista interminable que supera con mucho la centena, y que para ellos nunca habrá justicia. Como decía un amigo "nunca hemos querido dar pena, simplemente hemos pedido que se haga justicia".

El virus sigue por aquí, tapando casi todo, por ello de vez en cuando hay que decir que la vida sigue, que las injusticias en estas situaciones crecen, que al miedo a la enfermedad, se suma el miedo a perder tu vivienda, el miedo a ese otoño temporal por los años transcurridos, incluso el miedo a ser transparente, el miedo al olvido.

El otoño y el miedo al olvido
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