viernes. 26.04.2024

La aventura del ciclo de la vida

Muchas veces la vida es lo que pasa mientras trabajamos para pagar la hipoteca, esperando se cumplan las promesas de nuestros políticos, o discutiendo si eran galgos o podencos. Mejor disfrutar de lo mucho bueno que tenemos a nuestro alrededor,  del ciclo de la hermosa aventura de la vida, nunca se es demasiado joven o viejo para proponerse nuevas metas, simplemente pueden ser diferentes.

La vida es incierta, extraña y muchas veces tremendamente injusta decía Rosa Montero en un brillante artículo "lo peor de envejecer es que por dentro sigues siendo el mismo, y el conflicto cada vez mayor con ese cuerpo que se derrumba". 

Ya se sabe que lo peor no es envejecer..., pero desde luego Rosa tiene toda la razón, nuestra mente nos crea espejismos como si el tiempo no pasará, y nos engaña creyendo que somos capaces de hacer a los 50, 60, 70... lo que hacíamos a los 20 ó 30 años. Ver un partido de viejas glorias es como ver jugar a cámara lenta a los que tenían tanto arte que han perdido el cabello y ganado peso, perdiendo rapidez y ganando vocabulario. 

Esa lucha interna entre nuestra mente y nuestras facultades es una constante donde se acaba imponiendo la realidad, no comprenderlo da lugar a que ese tránsito sea mucho más difícil de llevar. En la vida desde joven te enseñan, te preparan, bien que mal, para lo que te puede venir..., pero nadie nos prepara para el ocaso de la misma, donde el camino más corto se hace eterno, y el tiempo sin embargo pasa a gran velocidad,  la idea de parar el momento es todo un sueño.

La realidad te despierta y sacude cuando se lleva a alguno de tuyos, sobre todo si es alguien que por ley de vida no le tocaba,

La realidad te despierta y sacude cuando se lleva a alguno de tuyos, sobre todo si es alguien que por ley de vida no le tocaba, el corazón se encoge y el dolor hace nacer otra realidad a tu lado, al menos por un tiempo hasta que ese cerebro te vuelva a engañar, te das cuenta de las tonterías que hacemos habitualmente, eso de luchar por tener la razón y la posesión, como si los partidos y la vida la ganaran los que más tienen, como si con ello fuéramos eternos. Cuando esos sucesos, tragedias que nunca acabas de comprender se lleva a tu amigo, a tu familiar, entonces posiblemente sí que te pones ante el espejo de esa realidad más cruel y más dura, la de darte cuenta de cuanto tiempo has perdido buscando el camino sin saber muchas veces a dónde vas o cuál era la meta. 

Al igual que el año acaba, el ciclo de la vida se renueva, las hojas de otoño sirven de abono y sustrato para el renacer de una nueva primavera, son muchas las veces que los humanos nos empeñamos en no comprenderlo, o querer ver que somos parte de ese ciclo, y quizás sea lo más hermoso dar el relevo, y sobre todo ser capaces de hacerlo en buenas condiciones, donde los que vengan se encuentren ese terreno más abonado para realizar su ciclo en mejores condiciones. Deberíamos relativizar la importancia de las cosas, poner esas gotas de humor tan necesarias, teniendo en cuenta aquello "la vida no se puede tomar demasiado en serio; nunca saldrá usted vivo de ella".

Un debate que está abierto, donde queda mucho por hacer, es el final o muerte digna,  en el que nuestra sociedad se pone demasiadas veces de espaldas a la realidad, sobre todo cuando la misma no le gusta, el ocultar a nuestros mayores, el dejarlos aparcados u olvidados, el no tener medios, ni planes para esos años del final de ciclo. Nuestra cultura de la muerte es tenebrista, el tema del pecado, del infierno, del castigo eterno pesa demasiado en nuestra cultura, y no pocas veces es tabú. A mi me duele el alma por el amigo, por el primo que se nos ha ido estos días, solo me quedan los recuerdos de ese grandullón que cada vez que me veía desde niño se agachaba para darme dos besos, y yo me ponía rojo como un tomate, cómo echaré de menos los mismos, y su sonrisa ..., nos queda un sentimiento de soledad, de  pena y lamentar el poco tiempo que hemos pasado juntos.

Deberíamos relativizar la importancia de las cosas, poner esas gotas de humor tan necesarias, teniendo en cuenta aquello "la vida no se puede tomar demasiado en serio; nunca saldrá usted vivo de ella".

Quedan los recuerdos de alguien que nos hizo el honor de hacer más fácil este camino. Con los pies más pegados a suelo, con el corazón herido, más sensible, con la ilusión de hacer un mundo mejor y más justo, y la vida más fácil a los demás. Menos luchar contra enemigos inventados dentro y fuera de nosotros, mejor ser muleta de quien lo necesite, y saber que somos parte de ese ciclo.  

Muchas veces la vida es lo que pasa mientras trabajamos para pagar la hipoteca, esperando se cumplan las promesas de nuestros políticos, o discutiendo si eran galgos o podencos. Mejor disfrutar de lo mucho bueno que tenemos a nuestro alrededor,  del ciclo de la hermosa aventura de la vida, nunca se es demasiado joven o viejo para proponerse nuevas metas, simplemente pueden ser diferentes. Ya se sabe que el ayer no vuelve es historia, el presente es fugaz, y el futuro quién sabe todo un misterio donde anidan los sueños, así que no "perdamos" el tiempo, a disfrutar amigos, que se cumplan los sueños y feliz año nuevo.

La aventura del ciclo de la vida
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