A finales de abril, con motivo del primer luto de Cantabria por los fallecidos por el coronavirus, fueron retiradas todas las banderas por el deterioro de las mismas.
Pereda sintió un gran afecto hacia Galdós, y le maravillaba su enorme facilidad literaria, a la vez, de fecunda, variada y continua, pero se mostró más crítico con sus ideas políticas y religiosas.