Las otras “manadas”

Reinosa vive una situación muy particular. A partir de las 23:00 horas se queda sin ningún tipo de seguridad. Ni la Policía Local ni la Guardia Civil atienden de forma permanente en la comarca de Campoo. Esto, según un lector de eldiariocantabria.es natural de esta comarca, ha abierto la puerta a una serie de problemas de convivencia. En un comunicado remitido a este medio, y que reproducimos a continuación, con fecha de este mismo miércoles, habla de lo que considera "las otras 'manadas'":

A través de esta comunicación quiero poner en conocimiento de la opinión pública de Cantabria una realidad muy triste y preocupante que sucede en Reinosa.

Estoy estos días en mi tierra de Campoo, disfrutando de las vacaciones con mis hermanos. Este tiempo de vacaciones con la familia, en el entorno natural de Reinosa y los valles que la rodean, es para mí, como para todos los que pueden volver a sus raíces o tomar unos días de descanso, un momento especialmente grato y feliz que pone un paréntesis en el recorrido del año.

¿Por qué entonces este título y esta nota preocupante que quiero compartir?

Justo al lado de nuestra casa, la conocida “Plaza de Los Herrerucos” de Reinosa, es escenario, desde hace más de 5 años, de la reunión de un grupo de jóvenes (12, 15 o 20, según los casos) que tienen por afición divertirse molestando a los vecinos y causando destrozos en el mobiliario urbano… En este tiempo algunos de aquellos chicos y chicas mayores que formaban parte del grupo ya no están, pero otros más jóvenes se han ido incorporando.

Aparte de dejar toda la plaza sucia al irse a sus casas, se dedican habitualmente a jugar con un balón, dando pelotazos a las ventanas, las puertas de los garajes, los coches aparcados en los alrededores de la plaza. Hace una semana se les ocurrió levantar las losas de los asientos de las gradas de la plaza y hacerlas añicos, tirándolas al suelo.

Ya entrada la noche, contando con que a partir de las 23 horas no hay presencia policial en las calles de Reinosa (ni Policía Municipal ni Guardia Civil), como bien sabe este grupo de jóvenes, se dedican a insultar a los vecinos que salen de sus casas para pasear o vuelven a casa a descansar. ¡Parece que ese es su modo de divertirse!

Actúan con impunidad y “en manada”. Este término, que tan triste connotación tiene en el terreno de los abusos, es perfectamente aplicable a estos chicos y chicas entre los 16 y 20 años que se han acostumbrado a molestar, insultar y reírse de las personas, de los vecinos, de la gente indefensa porque la “manada” arrastra, justifica, apoya, diluye la responsabilidad, masifica, despersonaliza…

Ante ellos hay pocas opciones: mirar para otro lado y seguir adelante “como que no has oído nada” y asumir, desde la pasividad y el silencio, las burlas de esta juventud sinvergüenza y maltratadora que se seguirá riendo de ti mientras te alejas… y les escuchas repetir: “calvo”, “gordo”, “hijoputa”… o acercarse a ellos, hacer frente a su comportamiento ofensivo, y decirles a la cara: ¿por qué me insultáis?, ¿no tenéis otra forma mejor de divertiros?... Ese confrontamiento no consigue más que aumentar su risa sádica y en todo caso alguno dirá: “a mí no me digas nada… yo no te he insultado”.

Ante esta impunidad, ante esta impotencia, el único recurso que queda es llamar a las fuerzas de seguridad, que tienen la obligación de defendernos ante estos maltratadores “en manada”. Ahí llega la segunda frustración: la Policía Municipal ya no patrulla a partir de las 23 h y si les llamas escucharás un mensaje de voz que dice: “Llame usted a la Guardia Civil”. Cuando les llamas, escuchas que van a hacer lo posible para enviar a “una de las tres patrullas de guardia que hay para toda Cantabria”. Si tienes suerte una hora después llegará la pareja de la Guardia Civil y, lo más probable, es que la “manada” se haya esfumado…

Tranquilo, no pasa nada, vete a dormir, si puedes, porque mañana te pasará algo parecido a lo que te ha sucedido hoy. Total, son varios años de acosos e insultos... Te queda, eso sí, vender tu casa e irte a vivir lejos… donde no pasen estas cosas o no haya esta impunidad hacia estas “otras manadas”.

Firmado: J.S.