La sentencia condena a Nuevo Bezana a que la finca de Rada sea patrimonio municipal y al abono de 390.000 euros por no entregar la piscina y los locales de la urbanización.
El Tribunal de Cuentas señala que la región incumplió su propia Ley de Finanzas en ese año, obteniendo un balance de 59,4 millones de euros de pérdidas.