SANTANDER

Santander limita aún más el aparcamiento público destinando plazas a vehículos compartidos de empresas privadas

Aparcamiento 'carsharing' en Calle Guevara de Santander | Foto: edc
Aparcamiento 'carsharing' en Calle Guevara de Santander | Foto: edc

En 2020 se anunciaba a bombo y platillo en un acto en el Palacio de La Magdalena que el servicio de alquiler de vehículos eléctricos y compartidos ‘Guppy’ llegaba a Santander. Desde entonces, la ciudad ha incorporado no solo este tipo de transporte, sino que ha eliminado plazas de aparcamiento en superficie, reguladas por la OLA, para destinarlas a este tipo de transporte.

Eso en una ciudad en la que ya resulta complicado aparcar en espacios públicos, y que obliga a muchos de sus vecinos y visitantes a dejar su vehículo en alguno de los numerosos aparcamientos subterráneos que gestionan manos privadas y que, evidentemente, tienen un coste mayor que el que puede haber en superficie, lo que ha hecho que esta medida del Ayuntamiento, gobernado con mayoría absoluta por el PP, no haya gustado a los vecinos, que se preguntan "¿quién da las licencias para esas plazas compartidas?".

Estas plazas para ‘carsharing’ están distribuidas por toda la ciudad. Este concepto, ‘carsharing’ (así aparece en las señales junto a estas plazas de aparcamiento) consiste en reservar temporalmente el uso de un vehículo desde la zona de aparcamiento que tengan designada hasta otra equivalente en el destino al que se vaya, normalmente en la misma ciudad. En otras palabras, que compartir el vehículo propio con amigos, compañeros de trabajo, vecinos o cualquier otra persona no permitiría aparcar en estas plazas que se identifican con la clásica señal azul de la P de Parking y una leyenda debajo que dice “reservado carsharing”.

Además de esto, la señal también incorpora la imagen de un vehículo rodeado de hasta cinco muñecos y una clara identificación de que ahí está prohibido aparcar “excepto carsharing”.

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