jueves. 25.04.2024

Muchas brechas de género por cerrar

La conmemoración del 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres, vuelve a recordarnos un año más las muchas brechas de género por cerrar y que queda mucho camino por recorrer día tras día para erradicarlas de una vez por todas.

Y en este objetivo, las brechas de género en el mercado laboral no son una excepción sino más bien una de las referencias principales de lo lejos que queda todavía la igualdad real y efectiva.

Hay brechas de género laborales tan tradicionales como inaceptables, como que las mujeres cántabras que trabajan a jornada parcial tripliquen a los hombres

Es más, las últimas estadísticas oficiales confirman que las brechas de género laborales han aumentado en los últimos años y como ejemplo baste decir que en Cantabria se sitúan en los niveles más altos desde 2018 y, en concreto, la del desempleo desde 2006.

Es evidente que la igualdad real y efectiva en el mercado de trabajo está muy lejos de conquistarse mientras en Cantabria haya casi 18.000 mujeres más que hombres en edad de trabajar pero con 20.000 trabajadoras menos que trabajadores, casi 34.000 inactivas más que inactivos y cerca de 3.500 desempleadas más que desempleados con un 29% más de mujeres en el paro de larga duración de un año o más y más de un 30% más en el de menos de un año.

Hay brechas de género laborales tan tradicionales como inaceptables, como que las mujeres cántabras que trabajan a jornada parcial tripliquen a los hombres (cerca de 22.000 por algo más de 6.000) o que haya un 14% menos que varones que tenga un empleo a jornada completa; con todo lo que implica estas menos horas de trabajo remunerado en los salarios, las cotizaciones a las Seguridad Social, las prestaciones por desempleo o las futuras jubilaciones.

Estas significativas desigualdades, correspondientes a 2022 y a la última Encuesta de Población Activa (EPA), reafirman las muchas brechas de género por cerrar, que en el caso del mercado de trabajo se amplían en Cantabria en los cinco últimos años en las más relevantes (empleo, paro y actividad).

Y todo ello, pese a que la reforma laboral o la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) suscritos por UGT en el diálogo social han incrementado como nunca los empleos de mujeres con un contrato indefinido en una mejora incuestionable del trabajo de más calidad y también han reducido a mínimos históricos la brecha de género salarial.

De hecho, la última reforma laboral que entró en vigor en febrero de 2022 ha impulsado como nunca el empleo con contrato indefinido hasta el extremo de que Cantabria tiene por primera vez más de 80.000 mujeres asalariadas en esta situación, lo que no quita para que la brecha de género de la estabilidad o de la temporalidad en el empleo haya aumentado casi un punto en 2022 (de 4,13 a 4,93%) porque el empleo indefinido masculino también ha crecido y todavía más que el femenino.

Las mujeres cántabras siguen cobrando una media anual de 4.800 euros menos que los hombres

Además, según la última estadística del Instituto Nacional de Estadística correspondiente al año 2020 cuando irrumpió la pandemia del Covid, la brecha salarial de género bajó en Cantabria por primera vez del 20% (18,63%) e incluso se situó por primera vez desde hace 11 años por debajo de la media nacional.

Como ya precisó UGT en un estudio, en gran medida esta reducción de la brecha salarial respondió a un incremento del SMI de casi un 28% en los dos años anteriores, ya que sobra decir que este repunte beneficia a muchas más mujeres que hombres porque la gran mayoría de los salarios más bajos tienen rostro de mujer.

La propia Agencia Tributaria de España aclara al respecto que en el último ejercicio fiscal de 2021, casi un 63% de las personas asalariadas de Cantabria que no alcanzaban los 14.000 euros anuales brutos (algo más de 1.000 euros netos mensuales similares al actual SMI en 12 pagas) eran mujeres (10.475 de un total de 16.595).

El mencionado estudio de UGT, elaborado en coincidencia con el Día de la Igualdad Salarial el pasado 22 de febrero; ya aclaraba que las progresivas subidas del SMI, que se ha aumentado un 47% en los últimos cinco años gracias al consenso del diálogo social de Gobierno, empresarios y sindicatos, reducen forzosamente la brecha salarial de género.

Ahora bien, no hay que olvidar que las mujeres cántabras siguen cobrando una media anual de 4.800 euros menos que los hombres y que para erradicar de una vez por todas esta desigualdad salarial habría que aumentar el SMI por encima de los 2.000 euros. Queda camino por recorrer.

Son muchas brechas de género por cerrar en el mercado laboral pese a que se han registrado avances en la lucha por erradicarla en los últimos años gracias al diálogo social o la negociación colectiva.

Muchas brechas de género por cerrar
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