sábado. 20.04.2024

Santander, una ciudad de novela

El mejor legado que les podemos dejar a nuestros descendientes es una buena educación, ofreciéndoles los instrumentos para forjar personas libres. Tenemos la oportunidad de demostrar que realmente nos merecemos ser una capital cultural con mayúsculas.

En estos días, se está incubando en Santander un ambiente cultural de grandes proporciones. Durante nueves días, las letras van a inundar las calles de la capital cántabra. El motivo no es otro que la celebración del primer festival literario de Santander.

No es cosa de extenderme con detalle, pero sí es de recibo agradecer a aquellas instituciones o empresas que apoyan la cultura de nuestra tierra y su papel como actores fundamentales para posicionar a Cantabria como marca de prestigio, apostando por sus productos culturales. De ahí mi reconocimiento a Igualatorio Cantabria, Librería Estvdio, Ilumina Films, Fundación Santander Creativa o Grünblau Motor. Son solo una pequeña muestra pero sin su compromiso es muy posible que este festival literario no hubiera podido ver la luz.

Santander cuenta con importantes activos culturales. No nos olvidemos de que cultura y turismo forman una alianza estratégica brutal para potencial nuestro tejido socioeconómico. Además, tenemos una región preciosa bañada por la inmensidad del mar Cantábrico, con gente hospitalaria. Metamos pues todo ello en una coctelera, agitemos con una dosis de buena gestión y hagamos de Cantabria una experiencia de vida.

Cultura y turismo forman una alianza estratégica brutal para potencial nuestro tejido socioeconómico

Perder la costumbre a la lectura equivale a perder la capacidad de pensar, reflexionar, preguntarse el por qué, el para qué, y el cómo de las cosas. Perdemos ese sano espíritu crítico que todos debemos tener para cuestionar el mundo que nos rodea. Además, una sociedad sin librepensadores es una sociedad manipulable, sin educación. Y digo más: una sociedad sin valores, empobrecida.

Todos tenemos un libro o conocemos una historia que nos ha emocionado. ¿Qué sería de un mundo sin libros? La pregunta me recuerda la película de ciencia ficción de François Truffaut «Fahrenheit 451», basada en la novela de Ray Bradbury. El argumento se sitúa en una sociedad donde la tarea de los bomberos ya no es la de apagar incendios, sino la de quemar libros, ya que, según su gobierno, leer llena de angustia; al leer, los hombres comienzan a pensar, analizan y cuestionan su vida y la realidad que los rodea. El objetivo del gobierno es impedir que los ciudadanos tengan acceso a los libros, pues vela para que los ciudadanos sean felices, que no cuestionen sus acciones y rindan en sus labores.

Pues mire usted, no puedo estar más en desacuerdo. Leer nos hace libres. De ahí la importancia de 'Lluvias&Letras-Igualatorio Cantabria'. Así es como se llama el primer festival literario de Santander, que nace con la intención de acercar la lectura y todo cuanto gira en torno a ella a todas las personas interesadas en adentrarse durante unos días en el maravilloso mundo de las letras.

Si tu hijo tiene hambre no le des un rico pescado. Dale una caña y enséñale a pescar, ayúdale a valerse por sí mismo. El mejor legado que les podemos dejar a nuestros descendientes es una buena educación, ofreciéndoles los instrumentos para forjar personas libres. Y ahora, 'go out and enjoy'. O lo que es lo mismo: sal a la calle y disfruta. Hoy más que nunca, Santander es una ciudad de novela. Tenemos la oportunidad de demostrar que realmente nos merecemos ser una capital cultural con mayúsculas.

Santander, una ciudad de novela
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