jueves. 28.03.2024

El concierto es en Cantabria

Cantabria se postula como gran referente cultural a nivel nacional y más allá. Cuando fallan nuestros conciertos, como el del DJ David Guetta, lejos de señalarnos con el dedo, debemos saber reaccionar en dos vertientes. La primera es satisfacer rápidamente a un público que se ha visto defraudado. Y la segunda seguir adelante, organizando muchos eventos, como la mejor de las herramientas en el afianzamiento de la Marca Cantabria.

David Bowie, el duque blanco, dio en el clavo con lo que muchos sentimos instantes antes de que nuestro cantante o grupo preferido salga al escenario para ofrecer un anhelado concierto: “Me sentaré sin rodeos, esperando el regalo del sonido y la visión”. Claro que las 10.000 personas que se congregaron el 28 de julio en La Campa de la Magdalena, para escuchar a David Guetta y comprobar que no se presentó, estarán más inclinadas con la opinión de Bono, líder de U2, sobre que “la alegría es una de las pocas emociones que uno no puede fabricar.” El cruce de acusaciones al que hemos asistido estos días entre organizadores y representantes del DJ francés, o entre responsables últimos del famoso concierto de Enrique Iglesias o éste de Guetta, no contrarrestan la gravedad de lo acontecido, que no es otra que la imagen de Cantabria sale mal parada, cuanto menos, a nivel nacional.

Hablamos de miles de personas que se concentraron a finales de julio en Santander, en el colofón de su Semana Grande, muchas de las cuales se habían desplazado con este motivo hasta Cantabria, provenientes de todos los rincones del país. Tan importante como la Marca España, es la Marca Cantabria o la Marca Santander. Con esto quiero decir que para llegar a un reconocimiento, y mantenerlo vivo, estamos siempre obligados a hacer las cosas bien, a responder rápida y eficazmente ante los fracasos, y a no aprovechar estas situaciones para dispararnos a nuestro propio pie con críticas internas, que mucho me temo tienen más que ver con destruir que con construir.

El cruce de acusaciones por el concierto de Guetta no contrarrestan la gravedad de que la imagen de Cantabria sale mal parada

Parece cada vez mayor la apuesta de Cantabria por la cultura, y el efecto llamada  que puede tener hacia visitantes y turistas. Lo primero que exige este posicionamiento es creer en nosotros. A continuación está organizar las cosas como nadie, dejando ya de aludir a lo que se hace en Bilbao, Madrid, Marbella o Barcelona, para pensar solo en lo nuestro, y de ahí ser un ejemplo referencial en todo lo que acometamos.

David Guetta debió estar en la noche de La Campa sí o sí, igual que se debió tener más cuidado con el concierto de clausura de Enrique Iglesias que puso fin al Año Jubilar Lebaniego. No pasa nada por decirlo, al contrario. Lo auténticamente importante es que no vuelva a suceder. Ni podemos ni debemos ser noticia por los fallidos conciertos que organizamos, ni tampoco por las empresas organizadoras de los mismos. Aquí importa la fiesta, el público, su derecho a pasarlo bien, porque antes han pagado una entrada que les debe asegurar una perfecta organización del acontecimiento en cuestión. Parte de la Marca Cantabria son el Año Jubilar, la Semana Grande de Santander, las Fiestas de la Virgen Grande de Torrelavega,  o cualquier otro acontecimiento cultural o festivo de los que se llevan a cabo a lo largo y ancho de la región durante todo el verano. Competir por traer a los mejores cantantes o grupos es bueno para el conjunto de nuestras aspiraciones, que deben ir en la dirección única de que lo que importa es Cantabria y todo lo que lleve a cabo.

Hay que cerrar cuanto antes las consecuencias de la fallida cita con David Guetta, mirando por el público antes de nada, porque así se demuestra estar a la altura de organizadores experimentados y curtidos en cualquier situación.

Es irrenunciable que en Cantabria se organizan los mejores eventos, aunque pueda pasar que a un famoso DJ se le estropee su avión privado

No será ni la primera ni la última vez que un artista cancele su actuación en el último minuto. Se da la circunstancia de que lo de Guetta en Santander ha provocado incluso reportajes a nivel nacional sobre la historia de grandes de la música que se vieron inmersos en un hecho semejante.  Es una sinergia para aprovechar a nuestro favor, pero bajo la irrenunciable idea de que en Cantabria

se organizan los mejores eventos, aunque puede llegar a pasar que a un famoso DJ se le estropee su avión privado. Estoy seguro de que veremos a Guetta en Santander, porque miles de sus fans esperan aún el regalo del sonido y de la visión.

El concierto es en Cantabria
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