jueves. 25.04.2024

El espacio para pensar

Somos debate, contradicción con uno y con los otros, una lucha con lo efímero. Eso que no se ve, pero está, aquello que permanece un tiempo y se va.

El otro día me preguntaba a mí mismo sobre los espacios seguros. Los espacios seguros para mujeres, niños, niñas, transgénero, transexuales, no binaries, personas con diversidad funcional, animales de compañía, amas de casa, amos de casa, migrantes, parados, paradas, racializados y/o racializadas, la senectud, la vejez…

Pero no sólo eso, me pregunté también por los espacios para la duda, para la crítica, el pensamiento, el arte, el discernir, e incluso, los espacios del discurrir, los espacios para estar, ser y aprender. El espacio para diluirse.

Lo digital ayuda a re-mediar algunos de esos espacios, pero parece que los elimina del 1.0, del palpable, de la calle, del asfalto y de la “playa”

¿Dónde están dichos espacios? 

Si bien es cierto que lo digital ayuda a re-mediar algunos de esos espacios, parece que los elimina del 1.0, del palpable, de la calle, del asfalto y como dirían los clásicos, de la “playa”. ¿Se nos queda en un espacio de 140 caracteres? ¿En un hashtag Trending Topic? ¿En la mera anécdota pasada por una hiperrealidad de algoritmos?

¿Dónde está el espacio para la política? 

Somos debate, contradicción con uno y con los otros, una lucha con lo efímero. Eso que no se ve, pero está, aquello que permanece un tiempo y se va. Vuelve transformado y…

¿Dónde quedó el espacio del respeto? 

¿Y el de la verdadera visibilidad?

Pero lo más importante, ¿dónde quedó el espacio de la Igualdad? ¿Y el de la Comunidad? 

¿Seguiré buscando? Y… ¿Preguntando?

El espacio para pensar
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