jueves. 25.04.2024

Quién fue y sigue siendo Clara Campoamor, la mujer que defendió la libertad de las mujeres y sus derechos

Que su logro sea exitoso, sí es algo para recordar porque ha significado mucho para el respeto de la mujer hacia sí misma y para los demás, y para el progreso de toda la humanidad.

"El feminismo es una protesta

valerosa de todo un sexo contra la

positiva disminución de su

personalidad."

"La libertad se aprende ejerciéndola."

Clara Campoamor (1882, Madrid-1972, Lausanne)

 

A veces, algunas veces, para realzar un hecho, un acontecimiento singular, que a lo largo del tiempo ha tenido un elocuente significado para el bienestar, justicia y felicidad de los seres humanos, sucede que solemos encasillar, mejor enlatar, también en el tiempo a esas personas únicas y excelentes que han luchado para ello.

No es el caso de Clara Campoamor que, con independencia de que se le haya hecho flaco favor subiéndola al Olimpo de los dioses, de los que han cambiado la historia, para que no bajen de esa condición suya más o menos honorífica y que, por fin, se callen. Hay en ello suficientes dificultades o complicaciones que ofrece este tema. Quizás haya muchos que no quieren que llueva tan a menudo o nunca, y menos de una manera suave. Siempre les ha dado igual; pero, en virtud de la valía y el significado del o de la que se ha subido al trono, Clara Campoamor hoy podría estar contenta de que se haya aprovechado su nombre para unos fines y unos objetivos tan laudables, también humildes, como que el progreso y el logro de la mujer en España y en Europa lleve su cuño. Incluso que después de tantos años, esta asignatura siga sin aprobarse aunque fuese por los pelos. Al menos, ahí sigue su magisterio, su predicamento, y su ejemplo. Nos queda intentar estudiarla, aprenderla, con lo que es y siempre fue, un referente y alguien que nos apremia a seguir para adelante. Siempre. Que por mucho tiempo que pase siga con nosotros, siendo nuestra insignia, y nuestro mascarón de proa.

La mujer siempre ha sido pionera en la apertura de caminos. Siempre ha ido por delante

QUIÉN FUE Y SIGUE SIENDO CLARA CAMPOAMOR

Esta promotora de la primera ley del divorcio en España también fue la defensora del sufragio de la mujer, una firme luchadora de los derechos igualitarios en la mujer y una convencida feminista. Por eso escribo que "sigue siendo". En muy poco tiempo, trabajó mucho y dejó abierto ese trabajo a los demás. Solo la dictadura truncó su labor. Sin embargo, su simiente, después de muchos años, comienza en España recogerse y a cosecharse.

EL SUFRAGIO FEMENINO CUMPLE EL PRÓXIMO OCTUBRE 92 AÑOS

Nunca se debería hacer de algo natural, de derecho natural, algo que sea de renombre. Que su logro sea exitoso, sí es algo para recordar porque ha significado mucho para el respeto de la mujer hacia sí misma y para los demás, y para el progreso de toda la humanidad. Nos imaginamos la emoción colectiva de todos aquellos ciudadanos y ciudadanas que hasta entonces no habían visto nada igual. ¿Perplejidad?, ¿temor?, ¿inseguridad ante el nuevo curso?

Así nos lo narraba el rotativo liberal El Imparcial de 2 de octubre de 1931. Sería muy fuerte poder meterse ahora en aquel atropellado ímpetu, en aquellos corazones que en un principio fueron incrédulos, mirándose unos a otros sin saber qué podría suceder:

“...las tribunas [del público] están muy animadas, predominando el elemento femenino. Se dice que, estimuladas o reclutadas por la señorita Campoamor, muchas mujeres se han decidido a ejercer su derecho de presencia ante la votación en que habrá de decidirse sobre el artículo 34 del proyecto, que trata de los derechos electorales femeninos”. El Imparcial, 2-X-1931.

3. LILITH, CLARA CAMPOAMOR Y PEDRO GUERRA. TRES NOMBRES Y UNA MISMA IDEA

Por contra, el hombre, desde sus orígenes, ha perdido en demasía despreciando, quitando valor, a las mujeres independientes, a las que poseen duende y amplitud de miras, y con libertad e insumisas. El hombre las ha visto como enemigas y peligrosas.

Lilith -la desterrada del Empíreo por no obedecer ni cumplir con Adán-.es el símbolo, entre los más poderosos y claros, de la libertad frente a la autoridad del hombre. Es claramente una mujer indócil y rebelde. Defiende su propia personalidad y equivalencia, y cuestiona el papel dominante del hombre, reclamando su igualdad. No podía ser de otra forma el ostracismo al que ha llevado el patriarcado a la mujer que Jane Schaberg pone en boca de Virginia Woolf:

“En mi condición de mujer, no tengo patria. Como mujer no quiero patria. Como mujer, mi patria es el mundo entero”.

Un cuarto propio, Virginia Woolf

La mujer siempre ha sido pionera en la apertura de caminos. Siempre ha ido por delante. Constructora de puentes, su oficio ha sido siempre abrir caminos para todas las que las han sucedido.

Parece que estamos viendo un calco entre Lilith y el espíritu indómito de Clara Campoamor. Esta, en el discurso del 1 de septiembre de 1931 en las Cortes ya mencionado caracterizó de escenario de una densa humanidad, al tiempo que de un hondo amor y delicadeza, algo que no la perdonarían los políticos, las diputadas y todo el arco parlamentario conservador.

Por su parte, el cantautor Pedro Guerra tiene algo que ver en este triángulo con su letra de Lilith, en Hijas de Eva:

¿Quién fue la primera mujer,

la que se hartó de vivir para Adán

y se marchó del Edén?

Pedro Guerra, Lilith

4. EL DURO Y LENTO CAMINO DE LA DEMOCRACIA Y DE LA IGUALDAD ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER

Convenimos en que, a pesar del duro y lento camino que, en este sentido, ha soportado la mujer desde tiempos inmemoriales, y por extensión la sociedad, sí ha merecido la pena esta lucha. De otra manera, y sin exageración alguna, la sociedad andaría esclavizada y, concretamente las mujeres, con narigón; otra cosa es que no debemos dejar de estar atentos, y seguir vigilantes en este logro hacia la igualdad, defendiendo los derechos adquiridos.

5. CLARA CAMPOAMOR: LA LUCHA DE UNA MUJER POR TODOS LOS DERECHOS ROBADOS A LAS MUJERES

Seguramente, la reivindicación más progresista no fue otra que la del derecho al voto a la mujer. Corría el año 1935:

Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar, a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras”.

Abel G:M: En Clara Campoamor (2020): La lucha de una mujer por todos los derechos robados a las mujeres. Historia National Geographic, 1-XII-2020.

6. CLARA CAMPOAMOR FRENTE A VICTORIA KENT. EL ENFRENTAMIENTO ENTRE AMBAS ENCENDIÓ E ILUMINÓ EL VOTO DE LA MUJER

No podrían hacer propaganda de aquellas dos nobles mujeres que rompieron muchas redes y tabúes

Por circunstancias y motivos que ahora no vienen al caso, a veces sucede que el adversario mayor que tiene la mujer son las propias mujeres. Estas dos mujeres, aun un poco en contradicción, tenían un solo destino, el voto femenino. Victoria Kent, más retardataria, quiso retrasar el voto femenino. No entendía que se pudiera vivir en progreso cuando la mujer, entonces, no era libre ni independiente. Por lo tanto, creo que ambas posturas eran un compromiso con la mujer; la de Campoamor lo era ya. Su responsabilidad civil y sus pasos adelante había que darlos al tiempo que su educación. No una cosa primero que la otra, sino algo simultáneo.

Sin embargo, ambas tenían un mismo sentido. Aguerridas eran, toda vez que eran las dos únicas mujeres en el Parlamento en una suma de 470 diputados. Las dos no pensaban exactamente lo mismo, pero sabían lo que querían. Ambas nos abrieron el camino a las mujeres y a los hombres. Era un 28 de junio de 1931, pero salvo por los eruditos e historiadores no se les ha hecho justicia.

La prensa tampoco se responsabilizó en aquel fenómeno inédito. Sin embargo no pudieron soslayar la trascendencia de aquel prodigio y de aquel milagro. No podían asimilar ni escribir con toda normalidad aquellos cronistas y articulistas que crecieron entonces y sintieron que algo estaba cambiando, de tal manera que notaron de inmediato que el sistema estaba mutando, quizás para ellos extremadamente rápido. No habían notado aún la competencia que tenía atribuido precisamente ese cuarto poder y sus evidentes postulados. El Estado y el estado de cosas no daba para más, y los periodistas comenzaron a ser mirados como marginados del sistema.

No hizo falta que nadie les dijera cómo estaban los bolos pinados desde aquel momento concreto. No podrían hacer propaganda de aquellas dos nobles mujeres que rompieron muchas redes y tabúes y, no obstante, sí fue noticia la llegada a sus escaños de las dos mujeres primeras, que habían sido votadas como representantes políticas. Evidentemente la novedad hizo el resto, la participación de las mujeres en el Parlamento llegó a ser inmediatamente un asunto de comunicación.

7. UN 1 DEL MES DE OCTUBRE

Casi acababa el año 1931 cuando en el Congreso de los Diputados ocurre algo inédito: las mujeres han dado, parafraseando al astronauta Neil Armstrong en su pequeño paseo lunar de 1969 un gran paso para la mujer. Y una enorme y trascendental catarata bañó nuestros prejuicios, conciencias y falta de progreso. El mismo salto ya lo habían dado Finlandia (1906), Noruega (1913), Unión Soviética  (1917) y el Reino Unido (1918), entre otros. No hubo descuido alguno, aquel giro iba a despertar todos los sueños de progreso en España, a favor de la naturaleza humana y hacia la integral sociedad civil y política. Solo dos delegadas formaban parte del Congreso...

Esas dos parlamentarias habían sido elegidas 5 meses antes, esas dos parlamentarias ahora se batían el cobre en la disputa que mantenían, como dijimos en el punto anterior. Esas dos parlamentarias eran Victoria Kent y Clara Campoamor. Como anhelaba y quería transmitir a los demás parlamentarios, Campoamor se pronunció de esta guisa, con mucha claridad y no menos firmeza:

 

 “Yo, Sres. Diputados, me siento ciudadana antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al Derecho y no hay sino empujarla a que siga su camino”

Sesión parlamentaria del 1 de octubre de 1931. FUERA DE AGENDA. BLOG DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Ha sido duro el camino, pero no ha sido en vano la lucha. El éxito y el logro de los principios por los que se movieron las mujeres fue excepcional y extensivo. Decíamos al principio que hacer y estudiar este trabajo nos ha hecho mejores, que "Clara Campoamor hoy podría estar contenta de que se haya aprovechado su nombre para unos fines y unos objetivos tan laudables, también humildes, como que el progreso y el logro de la mujer en España y en Europa lleve su cuño". Sinceramente, sí. Hemos aprendido con esta mujer y ella puede estar satisfecha de que la hayamos podido escuchar.

Quién fue y sigue siendo Clara Campoamor, la mujer que defendió la libertad de las...
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