martes. 23.04.2024

El 7 M, el 9 M y el 15 M, sin “memes”

Ninguno de estos tres emes merece un solo “meme”. Porque arrojan y alojan en sí mismos una seria caricatura propia. Así que, como manda el maestro Sabina, seamos felices aunque sólo sea por joder.

7 M. El pasado 7 de mayo se cumplió una década de la muerte del mejor golfista español de la Historia: Seve Ballesteros. Diez años han sido suficientes para demostrar científicamente que, en el imaginario colectivo, Seve Ballesteros es ahora un conocido aeropuerto de provincias. Severiano Ballesteros Sota se fue a los 54 años, justamente cuando más le necesitábamos como tertuliano. Seve es ya el inolvidable bajorrelieve fotográfico del puño y la dentadura prietos. Seve fue yerno de Emilio Botín, se casó con su hija Carmen cuando su botín golfístico ya era inmenso y jamás pudo divorciarse de su dolor de espalda. Era tan grande que llegó a ser el español más conocido en el mundo en los años 80. En vida le pusieron siempre por las nubes y ahora sólo sirve para aterrizar en él.

El país está más fatigado que las propias corredoras y ya se ha dado al dolor de alcanzar la inmunidad de rebaño perdiendo todavía miles de vidas

9 M. El pasado 9 de mayo finalizó la interminable maratón que corrían desde hace 14 meses dos formidables atletas llamadas salud y economía. En la recta final las sobrepasó una tercera corredora de amplísima zancada, la vacunación. Todos sabemos que es una victoria en falso, permitida en el sprint final por un juez de carrera apellidado Sánchez. El país está más fatigado que las propias corredoras y ya se ha dado al dolor de alcanzar la inmunidad de rebaño perdiendo todavía miles de vidas de compatriotas antes de lograrla.

15 M. El próximo 15 de mayo algunos celebrarán el décimo cumpleaños de aquella revolución silenciosa, mileurista y urbana, juvenilmente instalada en cientos de tiendas de campaña. De ahí nació el liderazgo desmelenado de Pablo Manuel Iglesias Turrión. El mismo, ya con su pelo recogido en singular moño, que ha clausurado la iglesia de Iglesias por escasez de devociones.

Ninguno de estos tres emes merece un solo “meme”. Porque arrojan y alojan en sí mismos una seria caricatura propia. Así que, como manda el maestro Sabina, seamos felices aunque sólo sea por joder.

El 7 M, el 9 M y el 15 M, sin “memes”
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