viernes. 19.04.2024

Posibles abismos para las próximas generaciones

El impago de la deuda española supondría extender como refugio la vivienda paterna como solución de pervivencia a las dos próximas generaciones.

El actual precio de la vivienda, los bajos salarios, la escasez de empleo, junto a una muy reducida natalidad, constituirían el posible encendido de una mecha que podría causar infortunios de peso en el ámbito familiar como consecuencia de una convivencia influenciada y limitada por carencias e insuficiencias.

De acuerdo con las peores previsiones expresadas a lo largo de estos últimos tiempos (no significan ninguna novedad), se agigantan para España los problemas económicos.

Hemos pagado en 2018 unos 29.000 millones euros en intereses, a pesar de los bajos tipos existentes en el mercado financiero

Nuestra Deuda Pública alcanzó durante el transcurso del último trimestre de 2020: 1.308.439 millones de euros, o lo que significa lo mismo, el 114,09% del PIB español.

Es decir, con posibilidades de superar el 115,5% previsto por el Gobierno para el presente año, sin contar con alguna sorpresa inesperada proveniente de alguna revisión al alza, ya que lo contrario casi nunca sucede.

Según EAE BUSSINESS SCHOOL, hemos pagado en 2018 unos 29.000 millones euros en intereses, a pesar de los bajos tipos existentes en el mercado financiero.

Si la deuda alcanzó en 2018 el 97,6% del PIB = 29.000 millones de intereses; y, a estas alturas de 2020, nos encontramos en el 114%, los cálculos para el presente año, cifrados en el 115,5%, inducen a realizar un somero cálculo a fin de observar cuán de cierto hay en aquello de: ¿Verde y con uvas?.......

Expresado desde otro ángulo, cada español adeudaría para amortizar la actual Deuda entre 27 y 28.000 euros.

Insostenible carga para las generaciones venideras, sin poder considerar aun la que supondrá el endurecimiento del COVID-19, para hijos y nietos.

Hay que reconocer que los recursos de las familias y de España se hallan por los suelos en un paisaje lunar

Aunque las deudas sujetas al P.I.B. no pueden medirse por su magnitud, sí, entre otros, el grado de afectación poblacional relacionada con el crecimiento insuficiente económico, así como la provocación de crisis inesperadas a corto/medio plazo.

Otro “encapotamiento” financiero, tanto para el Estado como para los trabajadores (los Ere’s), se ciernen especialmente para estos últimos, especialmente por sus características como instrumento de auxilio, de carácter efímero y circunstancial en cuanto a su provecho. 

El Banco de España anunciaba días atrás que las características de éstos no se encuentran diseñadas para largos periodos de crisis, debiendo buscarse otras alternativas...

Sí claro, ¿pero cuáles fuera de los soportes de subsidios a las familias en paro?

Y hay que reconocer que los recursos de las familias y de España se hallan por los suelos en un paisaje lunar, tendente a convertirse en víctima del monstruo bíblico: LEVIATÁN.

Su autor, HOBBES, en la Parte II de su obra, suprime la división de poderes, mostrando su predilección por la censura de los Medios de Comunicación, y las restricciones sobre la libertad de expresión, si el soberano, (en este caso, el poder) considera que resultan negativas para mantener el orden público.

Tampoco faltan “arribistas”, que se permiten evidenciar que las deudas de EEUU y Japón, por ejemplo, son mucho más elevadas de acuerdo con el F.M.I. (2018), pero olvidan señalar para su “buena gobernanza”, el potencial económico de estos dos gigantes, que no hacen extrapolables nuestras cifras y recursos.

¡Procuren no desconectarse de los Medios de Comunicación fiables, y manténganse informados!

Posibles abismos para las próximas generaciones
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