jueves. 28.03.2024

¿Gobierno de coaliqué?

El presidente en funciones se resiste a incubar en su Gobierno huevos ajenos.

¿Por qué no va a otorgar Sánchez la vicepresidencia al cuarto si Revilla se la ha dado al tercero? En Podemos tratan de hallar razones que expliquen la negativa tan rotunda del líder socialista. Y cada día interponen un argumento que condimentan con su caldo más gordo: reunión de equipos para que Iglesias deje de hacer repicar las campanas y suba al púlpito como en el chiste de Eugenio: “Cuarta carta de San Pedro a los romanos” –enfatiza el de Galapagar–, misiva a la que Sánchez nunca le pone el sello. El PSOE no franquea gratis y menos tras sucesos anteriores que dejaron muy mal sabor de boca en Ferraz.

Cuenta la leyenda urbana que la primera vez que Sánchez oyó hablar de Gobierno de coalición retumbó un trueno entre las paredes de Ferraz

El presidente en funciones se resiste a incubar en su Gobierno huevos ajenos. Porque, entre pollito y pollito, puede que algún ofidio rompa la cáscara. Cuenta la leyenda urbana que la primera vez que Sánchez oyó hablar de Gobierno de coalición retumbó un trueno entre las paredes de Ferraz, como se si acabara el mundo (de la política) y empezara el de Matrix, con Pablo en la interpretación de Neo (piruetas arriba, piruetas abajo), pero con una chupa larga de Alcampo de la que sobresalía un coletón serpentesco hasta más abajo de la cintura. La imagen hizo estallar al guapo: “¿Gobierno de coaliqué?”. Y cada vez que alguien osare pronunciar la palabra maldita desaparecería de cualquier lista o vagaría cual leproso por el oscuro y temible valle de las sombras.

En cada ocasión que Sánchez tira los dados la matemática tozuda le sitúa ante una realidad que no puede combatir aunque quisiera. El outsider es casi el último, no dudaría quizá en traicionar, le encanta ir por su cuenta, va a la baja y, para colmo, no se portó bien en el pasado cuando pudo hacerlo. El pitoniso Tezanos es además un magnífico excitante: en caso de nuevas urnas Ferraz arrasará.

Por eso y por mucho más el PSOE huye de Podemos. Aceptaría, a lo sumo, una colaboración o un par de ministros independientes de la órbita. Pero nada más. Y sólo para el asunto social, porque en política económica, internacional y Cataluña, por ejemplo, no se fían un pimiento. Por ello los ruegos abstencionistas a PP y Ciudadanos. Si el crash es definitivo nadie mejor que Iglesias sabe las causas.

¿Gobierno de coaliqué?