jueves. 25.04.2024

Garzón/Rufián: me quedo en la cama igual

Éste es el país que cobija mal a los españolitos que pagan sus impuestos. Donde la ocurrencia se ha elevado a categoría y la indecencia compite con la tropelía. Y no, no es ninguna tontería, porque se trata de las personas y los ‘personos’ que hacen las leyes o de quienes influyen en las mismas, que es tanto peor.

Hablen Garzón o Rufián yo me quedo en la cama igual. Tenga la foto de una vaca en el despacho ministerial; tenga la misma vaca amarrada a un banco de la Diagonal. El segundo avalará todo lo que haga daño al sistema que le paga su buen sueldo; el primero no sabe dónde está pinao: si en el Gobierno, si en la oposición, si en la oposición a la oposición; si en España o en el país de las maravillas, pero ahí están cobrando de un Reino que les repatea y con la estupidez por bandera.

Que Rufián reaccione a asuntos ganaderos es como si lo hace a propósito de la NASA. Desprende la misma credibilidad que un caracol en la parrilla de salida de Indianápolis. Que se asocie en cierto modo con Garzón para salvar el culo del ministro en otra de sus salidas de pista, a propósito del sector primario, tiene su lógica y es hasta comprensible: dos ineptos en lo político muy sinsorgos pueden hacer carrera aunque el resultado arroje como solución conjunto vacío. Y también las meninges.

A Sánchez, tan juicioso, le basta con comer un buen chuletón al punto, aunque no ha dicho si de buey o de elefante; el mundo es tan global...

Éste es el país que cobija mal a los españolitos que pagan sus impuestos. Donde la ocurrencia se ha elevado a categoría y la indecencia compite con la tropelía. Y no, no es ninguna tontería, porque se trata de las personas y los ‘personos’ que hacen las leyes o de quienes influyen en las mismas, que es tanto peor. Mientras eso sucede, el presidente, con cara de filósofo, dice lamentar la enésima polémica de su ministro. A Sánchez, tan juicioso, le basta con comer un buen chuletón al punto, aunque no ha dicho si de buey o de elefante; el mundo es tan global...

En asuntos ganaderos me fío del que lleva un palo en una mano y una cacharra de leche en la otra. Me fío del que produce, no del que seduce. Y ya, si se trata de los repetitivos Garzón y Rufián, aunque hay más y tan feos políticamente como ellos, me fío menos que del agua en una cesta. Dráculas con poder.

Garzón/Rufián: me quedo en la cama igual
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