miércoles. 24.04.2024

Otro modelo de ciudad es necesario y posible

Necesitamos reverdecer Santander y crear un gran corredor verde desde las Estaciones a la Remonta

La sociedad se está transformando aceleradamente y tenemos que adaptarnos a esta realidad y darle respuesta. Nuestra ciudad no es ajena a este fenómeno general. Veamos algunos de estos cambios.

Actualmente, en Santander, viven más mayores de 65 años que menores de 25

Somos una sociedad longeva. Actualmente, en Santander, viven más mayores de 65 años que menores de 25. Este hecho crea unas necesidades y exige unas soluciones. Entre las primeras destaquemos las siguientes: garantizar la movilidad de todos sus habitantes, en especial a colectivos con dificultades de movilidad como los mayores, las personas con discapacidad y los niños; satisfacer derechos humanos tan fundamentales como la libertad de circulación, de expresión y de participación; promover una accesibilidad universal que posibilite la autonomía e independencia de las personas; mejorar la salud de sus habitantes al fomentar el paseo urbano, las relaciones humanas y las actividades al aire libre. Para conseguir tales objetivos es imprescindible crear una ciudad con itinerarios accesibles, rebajes de bordillos, semáforos con tiempos adecuados, rampas y escaleras mecánicas (de subida y de bajada), barandillas, bancos ergonómicos, zonas de descanso, fuentes de agua, baños públicos, pavimentos anticaídas, caminos escolares seguros y un transporte público que posibilite una movilidad cómoda y segura, incluidos los usuarios de sillas de ruedas y cochecitos de bebés.  Asimismo, las propias casas deben de ser accesibles, con diseños y dotaciones que permitan envejecer en ellas, lo que exige acometer importantes reformas.

Cada vez hay más hogares unipersonales. Se calcula que el 34%. La mayoría de ellos está compuesto por mayores, casi todos mujeres. Esto da lugar a problemas de soledad no deseada, que perjudican gravemente la calidad de vida y causan enfermedades y muertes prematuras. Para evitar este aislamiento es indispensable preservar el sentido de hogar y vecindario, a la vez que dotar de ascensores a los edificios y crear centros sociales, zonas de ocio, instalaciones deportivas y culturales y zonas verdes en el barrio que faciliten la socialización y el contacto humano.

El cambio climático es responsable de olas de calor y de frío que producen un exceso de mortalidad, como el registrado en junio y julio pasados en nuestra Comunidad. Es imperativo rehabilitar viviendas (3 de cada 4 carece de aislamiento adecuado y el 76% están construidas antes de 1980) para mejorar la eficiencia energética, disminuir la emisión de gases invernadero, evitar problemas de salud y combatir la pobreza energética que en 2021 afectaba a uno de cada cinco cántabros. 

La conservación del medio ambiente y la sostenibilidad es urgente

La conservación del medio ambiente y la sostenibilidad es urgente. Conocemos bien los efectos que sobre la salud tiene la contaminación atmosférica y acústica (20.000 y 12.000 muertes prematuras al año respectivamente, entre otras consecuencias en Europa). El tráfico rodado es la fuente más importante de contaminación y, a pesar de ello, Santander, como las ciudades tradicionales, está diseñada a medida del coche. Es ineludible buscar alternativas. Entre otras podemos señalar: fomento del uso del tren, aparcamientos en las estaciones de cercanías y en la periferia de Santander, nodos intermodales, un mejor transporte público asequible y electrificado, creación de una red de zonas de bajas emisiones, pacificación del tráfico, uso seguro de bicicletas como medio de transporte, cambios en el asfaltado, creación de “zonas tranquilas”, mapas de ruido...

Otra cuestión no menor es la salud mental. Se ha demostrado que aumentar las zonas verdes reduce considerablemente este problema. La OMS recomienda disponer de 500 metros cuadrados de espacios verdes a no más de 300 metros de cada casa. Necesitamos reverdecer Santander y crear un gran corredor verde desde las Estaciones a la Remonta.    

En lo últimos años, han surgido los denominados derechos de tercera generación. Uno de ellos es el “derecho a la ciudad”. Las ciudades son un bien, un espacio de convivencia donde nos sentimos protegidos, desempeñamos nuestro trabajo y desarrollamos vínculos emocionales. El “derecho a la ciudad” plantea que todos los vecinos y vecinas tenemos derecho a disfrutar de ese bien. Para ello debemos convertir las ciudades en lugares en los que la vida, las personas, lo común, la salud y el respeto al medio ambiente estén en el centro. 

Las próximas elecciones nos ofrecen la oportunidad de desterrar un modelo obsoleto de ciudad y hacer de Santander una ciudad habitable, saludable y humana. Atrévete. 
 

Otro modelo de ciudad es necesario y posible
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