jueves. 28.03.2024

Por un puñado de votos...

Les preocupa el voto oculto, los indecisos, de los que no hay manera de controlar, de saber su posición unos porque nunca hablan, y los otros que nunca callan, los desconfiados, los amantes de su privacidad.

Mientras te preparas para salir de casa, allá al fondo se escucha la sintonía de la radio, las noticias se atropellan en las ondas, el locutor de la mañana dispara sus ráfagas de palabras como en un campeonato que lo gana quien en menos tiempo sea capaz de introducir correctamente, más vocablos por minuto.

Se lanzan ataques a los tobillos de los que consideran sus oponentes, usando los más variados epítetos para poner colorado al rojo, hacer publicidad del azul y el naranja, e hincar su verbo sobre el morado, del que habla con tanto desdén como si le perdonara la vida.  Los nuevos verdes son un inconveniente, una molestia, aunque también una debilidad, agrada y le gusta esa música nacional, pero hay cosas tan injustificables, tan rancias que no se pueden apoyar y menos en antena. Una vez dado el sermón de la mañana, luego, sin interrupción, pasa a presentar la tertulia, o algo parecido, donde sorprende que los invitados siempre critican en la misma dirección, alguno puede llevar la contraria, pero sus argumentos serán los más torpes, lo tienen todo tan claro que no importa lo que pase en el mundo. Ellos tienen su verdad, como nuevos evangelistas de las ondas tienen que sembrar, comunicar y si hace falta intimidar con previsiones de todos los males. Hay quien dice que son mandados, controlados, pagados por los poderes fácticos, IBEX 35, por Florentino y sus amigos, a veces desde las cloacas parecen darles la razón, cuando se filtran movimientos nada edificantes, malos olores de este submundo que como las meigas, "haberlas haylas", se puede aplicar aquello tan comentado y muchas veces tan injusto  "cuando el rio suena..."

Les preocupa el voto oculto, los indecisos, de los que no hay manera de controlar, de saber su posición unos porque nunca hablan, y los otros que nunca callan, los desconfiados, los amantes de su privacidad. En esas ondas se escuchan sin embargo a los que no tienen la menor duda, son de claras convicciones, pueden dudar de los adjetivos peyorativos a emplear, pero nunca de a quién van a ir dirigidos, suenan a ventrículos de la opción que defienden a capa y espada, a golpe de tradición, con la muleta y la espada. Son tantos diciéndonos lo que tenemos que hacer,  que se agradece su preocupación, pero con mesura y prudencia en lo que se escucha, y más en estos tiempos, donde la verdad y la realidad son tapadas tantas veces por la propaganda y la publicidad.

Son tantos diciéndonos lo que tenemos que hacer,  que se agradece su preocupación, pero con mesura y prudencia en lo que se escucha, y más en estos tiempos, donde la verdad y la realidad son tapadas tantas veces por la propaganda y la publicidad.

Es cierto que nuestro sistema electoral ha quedado trasnochado y obsoleto, todos están de acuerdo en la necesidad del cambio, así mismo la Constitución necesita reformas, pero nadie puede o quiere hacerlo, y los consensos se han puesto tan caros...  Tanto hablar de la injusta Ley D'hont, la necesidad de más proporcionalidad, las listas abiertas, las reformas del Senado, la necesidad de debates, de tratar a los electores como adultos y no esconder las encuestas como ilegales la última semana. Así a partir del último martes electoral y desde 2008 se publican en Andorra resultados, siendo transformados en las redes sociales y muchos medios como la cesta de compra, por si había dudas, no será nada difícil reconocer las diferentes opciones, PSOE es una fresa o la rosa; PP, una gota de agua azul; Cs, una naranja, Podemos, una berenjena y VOX el brócoli. ¡Se puede hacer más ridículo!

Nos cuentan que en las élites políticas hay demasiados amigos de conveniencia, egos mal tratados, donde no es extraño que la vida te dé sorpresas... y en algunos grupos a calderadas, que se lo digan al Sr. Casado con su número cuatro al Parlamento Europeo. Hay miedo a la contaminación, a hacernos dudar, con lo que me ha costado llegar hasta aquí, para que venga alguien y rompa el cristal de mis convicciones, pierda un debate y quede retratado para mi electorado. Por ello, el que va primero en la carrera tiene tantas reticencias a la confrontación de ideas, esta ley electoral no obliga a debatir, pero si prohíbe el mismo a una opción que tiene más del 10% en la última encuesta del CIS, haciendo las cosas mal se crean victimismos innecesarios y se dan armas a los que las quieren poner en la sociedad. Se podía aprender del viejo profesor, Tierno Galván, "cuanto más hablan mis adversarios, más suben mis opciones..."

En tiempos de reflexiones ponerse en otras posiciones puede ayudar a tener un abanico más amplio y rico, no está nada mal como el buen comensal probar más platos, y no rechazar los mismos antes de oír, leer sus propuestas puede suponer perder una oportunidad de descubrir nuevos sabores, así leer un resumen de diferentes opciones, aseguran que no nos hace daño, y practicar aquello de "busque, compare y si encuentra algo mejor..."  en las encuestas hablan del recuerdo de voto, los electores tenemos que hacer recuerdo de lo que han hecho los que tanto han prometido"votar a determinadas opciones que no respetan la convivencia puede perjudicar seriamente la salud del país". 

Ahora podemos ser protagonistas, defender nuestros derechos básicos para que no se oscurezcan por un puñado de votos,  y que el día después, al ver los resultados, en nuestro rostro aparezca una sonrisa de satisfacción.

Hay deseos ampliamente compartidos por casi todos que merecen el apoyo, desde el respeto al diferente, la aplicación y desarrollo de los derechos humanos que tan importantes son y tan pronto se olvidan, la justicia social, la lucha contra la desigualdad, el paro y la precariedad, tener una mejor sanidad y educación, los recursos necesarios para la ley de dependencia, la necesidad del cuidado de nuestro Planeta, empezar por cuidar nuestro entorno, donde se echa de menos un partido ecologista potente como en otros estados de la Unión Europea, a pesar de que los partidos se multiplican, a veces los hay que son una vuelta al más rancio pasado. Ahora podemos ser protagonistas, defender nuestros derechos básicos para que no se oscurezcan por un puñado de votos,  y que el día después, al ver los resultados, en nuestro rostro aparezca una sonrisa de satisfacción.

Por un puñado de votos...
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