viernes. 29.03.2024

Populismo, Gürtel y Donald Trump

En otros tiempos, la izquierda acusaba a la derecha de fascismo y esta le devolvía el cumplido llamándoles comunistas, ahora parece que ya están todos de acuerdo, ¡líbrennos del populismo!.

Hoy quienes quieren atacar a su adversario político o a sus ideas la palabra más usada es catalogarlo como "populista", es como si lo hubieran hundido en la miseria, ya no puede levantar cabeza, es como si con ello ya no importara lo que pudiera hacer o proponer, ya es negativo "per se". En otros tiempos, la izquierda acusaba a la derecha de fascismo y esta le devolvía el cumplido llamándoles comunistas, ahora parece que ya están todos de acuerdo, ¡líbrennos del populismo!.

Quizás haya que preguntarse qué es realmente eso del populismo. Hay quien lo define, como decir a los ciudadanos lo que quieren oír, lo que popularmente se conoce como "regalar el oído", adular, halagar, dar coba..., sin importar si las ideas, iniciativas, propuestas sean posibles o convenientes. Todo vale por unos puntos en la próxima encuesta, el fin es tener contento al interlocutor, al oyente, al pueblo.

Se podría definir el populismo como aquello de "prometer lo imposible, para no hacer lo necesario"

Es aquello tan conocido, del sucedido de un Diputado de la Capital que en un mitin electoral en un pueblo de la Castilla profunda manifestaba:

Mis queridos amigos, si llegamos al poder les prometo el puente, que este pueblo tanto se merece.

Entre el público se oía una voz que decía

Pero, si no tenemos ni río.

A lo cual el Diputado sin pestañear y muy digno contestaba.

Pues, mucho mejor, si llegamos al poder les prometo no sólo un gran puente, sino también el río correspondiente.

Se podría definir el populismo como aquello de "prometer lo imposible, para no hacer lo necesario".

Es populismo y cinismo prometer bajar los impuestos, una vez en el poder hacer lo contrario, prometer un millón de puestos de trabajo, y sin embargo olvidarte de las políticas de empleo. El mayor populismo es alardear de honradez y eficacia, para luego llevártelo crudo, llenando de corrupción las faldas de las administraciones públicas, dilapidando y robando los recursos de todos los ciudadanos.

Quizás haya que remontarse mucho en nuestra historia para encontrar ya en la antigua Roma un movimiento  que usaba ese nombre. Sucedió  con la última República, donde una serie de líderes crearon el "factio popularium", o  'partido de los del pueblo'. ¡Cuánto éxito ha tenido el nombre! Seenfrentaron a la que consideraban vetusta aristocracia conservadoracreando asambleas del pueblo con el fin de proponer nuevas iniciativas para mejorar la situación de una parte importante de la población que soportaba ya la sempiterna crisis de sus deudas, aumentando la participación de la población en la toma de decisiones. Con tan idílica descripción posiblemente serían muchos los que se apuntaran al movimiento, pero siendo cierto parte de la historia tiene tantos matices e intereses que poco tiene que ver con el populismo de hoy en día, más bien se puede asemejar a la lucha por el poder, que eso siempre ha estado y estará de actualidad. Vamos que podemos usar el refrán de "Nihil novum sub sole".

En las discusiones políticas y en los medios, el concepto "populismo" suele mencionarse como una amenaza, y lo mismo valen para etiquetar a Donald Trump y sus  duros exabruptos en EEUU, que a Evo Morales en Bolivia, o a Chaves y su heredero Maduro con su populismo bolivariano en Venezuela, pero también vale para la extrema derecha de Le Pen en Francia, Amanecer Dorado en Grecia, los xenófobos de Alternativa por Alemania, pasando por Grillo y su movimiento 5 estrellas en Italia, y al propio Pablo Iglesias en España. En nuestro país parece que Podemos ha dado al populismo una acepción positiva siguiendo la doctrina de Ernesto Laclau,  reduciendo mucho sus ideas se podía manifestar que el populismo sería el enfrentamiento de los de abajo, el pueblo, contra los de arriba, la casta, para hacer una sociedad más justa.

Donald Trump puede dar hasta miedo al mando del imperio, pero teniendo en cuenta que todos en mayor o menos medida beben de sus fuentes, lo que realmente nos debiera preocupar es la destrucción de nuestros derechos y libertades

Lo que no admite duda es que este término está de moda, vale para poner etiquetas a cualquiera. Es extraño no encontrar una declaración, amenaza, artículo que no lleve como lanza contra su enemigo la citada acepción. La mayoría de las veces es como cuando se insulta sin dar razones, desahogos sin profundidad reflexiva. No condenemos las nuevas ideas que intentan aportar soluciones diferentes a los problemas que tenemos actualmente, usando la palabra populismo como arma de destrucción masiva.

Ahora que estamos viendo las tripas de la corrupción en procesos como Gürtel, ERE, Bárcenas, Pokémon, Púnica, Campeón... suena todavía más duro la utilización del lenguaje para desacreditar a tu adversario. Este nuevo llamado populismo en España tiene problemas, seguro y muchos, sobre todo de arrogancia, creerse que han inventado el mundo, de querer asaltar el cielo sin poner los peldaños, pecados de juventud de esos que se curan con el tiempo si se toman las medidas adecuadas.  Pero quienes tienen el partido infectado por el virus de la corrupción, quizás harían bien en tratar adecuadamente esa enfermedad, antes de buscar la paja en ojo ajeno.

¿Realmente el populismo se ha convertido en una amenaza para nuestras sociedades?. Pues, depende, Donald Trump puede dar hasta miedo al mando del imperio, pero teniendo en cuenta que todos en mayor o menos medida beben de sus fuentes, lo que realmente nos debiera preocupar es la destrucción de nuestros derechos y libertades,  el avance de la pobreza y la violencia, el aumento los movimientos xenófobos, que los corruptos nos vayan ganando terreno... aunque por lo expuesto puedo ser acusado de "populista".

Populismo, Gürtel y Donald Trump
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